La agenda de Pedro Sánchez para lograr unos pactos de reconstrucción social y económica continúa. El jefe del Ejecutivo se reunirá mañana con patronal y sindicatos para seguir buscando apoyos que permitan un acuerdo global. Según explicó la ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, esta cumbre es imprescindible «para sentar las bases de una auténtica recuperación», avanzando en la reconstrucción del tejido productivo y la protección de las personas.

Tras pactar con el líder del PP, Pablo Casado, una comisión parlamentaria en el Congreso para hablar sobre la reconstrucción con todos los partidos políticos y entrevistarse con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Sánchez pretende encontrar el consenso con los agentes sociales. A este respecto, Montero defendió que es «imprescindible y urgente» consensuar medidas de protección social para proteger a los vulnerables «para que nadie se quede atrás», así como una posición común de negociación respecto al conjunto de la Unión Europea. Los sindicatos acudirán a esta cita con la intención de alcanzar ese acuerdo global, pero sobre todo defendiendo un pacto que tenga en cuenta a los trabajadores y a los más desprotegidos, según anunciaron ayer los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, en la presentación de los actos del Primero de Mayo.

Por el momento, en el Congreso de los Diputados no hay fecha para que arranque la comisión parlamentaria para estudiar la reconstrucción. En la reunión de la Junta de Portavoces celebrada ayer, las distintas formaciones políticas decidieron seguir analizando en los próximos días el formato en el que se materialice esa mesa de negociación. Todo apunta a que será la semana que viene cuando la Mesa de la Cámara baja estudie las propuestas de cada partido y tome una decisión.

Antes de este paso, Sánchez deberá enfrentarse a la votación que tiene lugar hoy en el Congreso de los Diputados para prorrogar el estado de alarma. JxCat sumó ayer su no al ya anunciado por Vox y la CUP, y el PP dejó en el aire el sentido de su voto a la espera de analizar en profundidad el texto que lleve el Gobierno al Congreso.