La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, admitió ayer que la prohibición de fumar en los vehículos privados es una de las «muchas medidas» en las que está trabajando el Gobierno para combatir el tabaquismo, aunque ha dicho que es un asunto que «hay que hablar con más calma».

Carcedo respondió así en declaraciones a los medios tras presidir el Consejo Interterritorial de Salud. Aunque no fue uno de los temas tratados en la reunión con los consejeros autonómicos, la ministra reconoció que el Gobierno está estudiando, entre otras «muchas medidas», la prohibición de fumar en los coches, después de que se haya filtrado un documento de trabajo con las comunidades en el que se analiza también la posibilidad de financiar los tratamientos contra el tabaco, cuyo consumo, pese a la ley antihumo, sigue siendo elevado. El 24,4% de la población española fuma. Aun así, Carcedo pidió «calma» y recordó que las medidas se están consensuando también con la Unión Europea.

DOS LEYES VIGENTES // Impedir que se fume en los coches «está entre otras muchas medidas, pero seguiremos hablando en el futuro cuando haya líneas claras», señaló Carcedo, quien precisó que se trata de que «las medidas que se puedan adoptar sean efectivas».

Al término del Consejo, la ministra, a preguntas de los periodistas, insistió en ese punto, pero también quiso recordar que hay dos leyes vigentes que supusieron un paso «importantísimo» en la lucha contra el tabaquismo pero que su aplicación no se está vigilando como se debiera.

Además, el Consejo Interterritorial aprobó el pago por parte de la sanidad pública de los sistemas de motorización de glucosa tipo flash, que se adhieren a la piel y evitan que los diabéticos tengan que pincharse para conocer su glucemia, a todos los pacientes con diabetes tipo 1, es decir, aquellos enfermos cuyo páncreas no produce insulina.

El pasado septiembre ya se acordó financiar el dispositivo para todos los menores de 18 años, así como para el grupo de pacientes adultos que requieren una terapia intensiva de insulina (al menos seis punciones al día). A partir de ahora se pagará el sensor al resto de los pacientes.