El Gobierno se prepara para poner fin al copago farmacéutico para los pensionistas, en vigor desde el 2012, cuando Mariano Rajoy aprobó la iniciativa, por la que los jubilados, salvo los que perciben pensiones no contributivas o mínimas, abonan una parte de los medicamentos que les dispensan en las recetas.

El PP aprovechó el mismo real decreto que acabó con el carácter universal de la sanidad, el 16/2012, para instaurar el copago. La decisión no está tomada, pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez se inclina por utilizar también el real decreto para tumbar la controvertida iniciativa farmacéutica.

La ministra de Sanidad, Carmen Montón, ha estado implicada en la lucha contra este sistema desde su antiguo puesto de consellera en la Generalitat. En diciembre del 2015, el Consell suprimió el copago para los pensionistas que cobraban menos de 1.000 euros al mes y para discapacitados con minusvalías superiores al 65%. En febrero del 2017 fue un paso más allá, al asumir la Comunitat el copago de los menores adscritos a una tarjeta sanitaria en la que el titular tenga una renta inferior a 18.000 euros anuales.