E l Ministerio de Sanidad prepara con las autonomías un plan para la Semana Santa que a la ministra Carolina Darias le gustaría que fuera de «medidas compartidas» por todas las comunidades, a diferencia del de Navidad, que acabó con un galimatías de restricciones diferentes en cada territorio. La propuesta estará lista «en unas semanas» para su debate en el Consejo Interterritorial de Salud. No puede demorarse más porque la Semana Santa empieza exactamente dentro de 32 días.

La ministra no dio más detalles sobre este tema. «Estamos trabajando de manera coordinada en un documento para acordar las actuaciones que puedan servir ante la Semana Santa para saber qué se puede hacer y que no», anunció en la comparecencia tras la reunión del consejo de ayer.

El presidente dijo que «el objetivo no es salvar la Semana Santa», sino bajar de los 50 casos de incidencia por 100.000 habitantes. Algo que se antoja prácticamente imposible de lograr en un mes. Ayer había 218 casos tras cuatro semanas de descenso continuado que en algunas comunidades ya se ralentiza o incluso estanca como es el caso de País Vasco y Cataluña, mientras que otras como Madrid, con 339, aún están muy por encima de la media.

La ministra Darias no quiso entrar en las decisiones que puedan tomar estas comunidades, pese a que muchas se plantean relajar a partir de la próxima semana las restricciones en el comercio o la restauración. Tampoco lo ha hecho con Madrid, a pesar de que por la mañana Sánchez había pedido a la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que convenciera a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, de no desescalar tan rápido como lo hace.

Darias se limitó a pedir que «la desescalada se haga del modo más gradual y con la mayor prudencia», para evitar que suceda algo similar a lo vivido en las pasadas fiestas de Navidad. H