El goteo constante de pateras que han arribado a las costas andaluzas desde septiembre ha terminado por saturar los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) que debía albergarlos en Motril (Granada) y Almería, lo que ha obligado a la Policía a dejar en la calle a unos 150 inmigrantes mientras esperan a que se resuelva su expediente administrativo deexpulsión o devolución. Tanto Cruz Roja como la Junta de Andalucía han puesto el grito en el cielo por la precipitación de la medida, dado que los inmigrantes se quedan en situación dedesamparo, aunque para los afectados es como si les tocase la Lotería, porque la mayoría de ellos han dejado ya la región y están ya en paradero desconocido.

Fuentes policiales confirmaron que hubo que optar por dejar en la calle a unas 90 personas que permanecían en las instalaciones delpuerto de Motril (Granada) ante la imposibilidad de tenerlos controlados en los CIE. Cuando llegan a puerto, su situación es un limbo: no están detenidos, pero deben pasar un máximo de 72 horas retenidos por la Policía mientras se les identifica y abre el expediente para determinar su situación e iniciar la expulsión o la devolución. Tras ese tiempo, y mientras se ejecuta dicho expediente, pueden moverse con libertad. Generalmente suelen acudir a los CIE, lo que facilita tener cierto control sobre ellos, ya que aunque pueden salir con libertad, suelen acudir al centro a comer o dormir.

BUSCARSE LA VIDA

El problema surge cuando los CIE no dan abasto, y los migrantes deben buscarse la vida. Solo en septiembre llegaron a Motril 427 inmigrantes, y desde comienzos de año son ya más de 681, según los datos que manejan los voluntarios. Ante la imposibilidad de buscarles ese alojamiento a los últimos inmigrantes llegados desde el domingo, todos ya con la orden de expulsión por encontrarse de forma ilegal en territorio español, la Policía procedió a trasladar a algunos a laestación de autobuses, para que desde allí se pusieran en contacto con amigos o conocidos o se las arreglaran por su cuenta. Cruz Roja Motril intentó articular cuanto antes una respuesta a esas personas para evitar que quedaran “en situación de desamparo”, según indicó el coordinador provincial Francisco Escribano. “No podemos dejarlos en la calle sin más”. La organización facilitó comida al grueso del grupo, que optó por desplazarse a Madrid, y se pudo realojara medio centenar en otros albergues que gestiona en Málaga o Granada.

La situación se repitió en Almería, donde la autoridad judicial dejó marchar a 50 argelinos llegados el fin de semana tras cumplir el plazo máximo que podían permanecer en los módulos de recepción ubicados en el puerto. A principios de septiembre otra veintena de inmigrantes quedó en la calle ante la imposibilidad de ser trasladados a CIE por falta de plazas.

REPLANTEARSE LOS CIE

Desde la Junta de Andalucía no han tardado en utilizar esta situación como arma arrojadiza contra el Gobierno en funciones. La consejera de Igualdad Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, confió este viernes en que el Ejecutivo “se esté replanteando” a situación de los CIE para evitar que se repita el episodio y no dejar a los inmigrantes. “Habrá que buscar alguna solución para que no se encuentren en situación de desamparo y desatención”, dijo, recordando que aunque estén gestionados por organizaciones no gubernamentales, la competencia ultima es de la administración general del estado.