Saturno, el sexto planeta del Sistema Solar, tiene 20 satélites que hasta ahora se desconocían, lo que eleva a 82 el número de los que orbitan el planeta de los anillos y con lo que quita la supremacía a Júpiter y sus 79 lunas.

Los recién llegados son satélites pequeños con una media de cinco kilómetros de diámetro, de los que 17 giran en torno a Saturno hacia atrás, es decir, en sentido contrario hacia el que vira el planeta sobre su eje, y el resto en el mismo. «El estudio de las órbitas de estas lunas puede revelar sus orígenes, así como proporcionar información sobre las condiciones que rodeaban a Saturno en el momento de su formación», explica Scott Shepppard, director del equipo que realizó el descubrimiento astronómico.

Las lunas más cercanas a Saturno y que giran en su misma dirección tardan dos años en orbitar el planeta, mientras que la más lejana tarda más de tres años con su movimiento contrario.

POSIBLES FRAGMENTOS // Los expertos no descartan que todos estos satélites sean fragmentos de lo que en algún momento fueron lunas de mayor tamaño.

Según Sheppard, este tipo de agrupaciones de lunas exteriores también se ven alrededor de Júpiter, «indicando colisiones violentas entre lunas en el sistema de Saturno o con objetos exteriores como asteroides o cometas».

Los investigadores han decidido implicar, una vez más, al público en la elección del nombre para estos satélites recién conocidos, con la condición de que estos hagan referencia a gigantes de la mitología nórdica o gala.