La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a seis añosde cárcel al abogado F.P.M.B. por un delito de estafa a extranjeros no residentes legalmente en España, de los que obtenía diferentes cantidades de dinero a cambio de la promesa de conseguirles permisos de residencia y trabajo que no podía cumplir.

Según la sentencia, para llevar a cabo su plan el condenado creó una serie de empresas "ad hoc", de las que era administrador único,sin actividad económica alguna ni trabajadores reales, ya que solo servían para dar una apariencia de veracidad a la actuación ilícita, informa el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Añade que simultáneamente para hacer creer que su bufete tenía una actividad de la que en realidad carecía contrataba como becarios a jóvenes letrados recién salidos de la Facultad a los que despedía al poco tiempo. La resolución explica que atraídos por la localización de las oficinas, situadas en la plaza de las Cortes de Madrid, y por la atención de los jóvenes abogados, los extranjeros no residentes legalmente en España entregaban al condenado el dinero que les solicitaba para la tramitación de sus permisos de residencia.

Agrega que como las solicitudes de los permisos de residencia se apoyaban en ofertas de trabajo inexistentes y eran denegadas sistemáticamente, los afectados se quejaban y protestaban de forma airada. Según recoge la sentencia, "se produjeron escenas dramáticas con gritos, llantos e incluso en una ocasión con la amenaza de una mujer de arrojarse por la ventana desde la octava planta del edificio donde se hallaban las oficinas ante la desesperada situación que atravesaba".

"Lejos de dar marcha atrás F.P.M.B. les presentaba una nueva oferta de trabajo en una empresa distinta también creada 'ad hoc' con el mismo propósito a cambio del pago de nuevas cantidades de dinero y en ocasiones las solicitudes ni se presentaban haciendo creer a los clientes que estaban pendientes de resolución", explica.

La sentencia precisa que durante los años 2002 y 2003 el condenado presentó unas 110 solicitudes de permiso y trabajo por cuenta ajena, de las que sólo se concedieron trece. Entre 2004 y 2006presentó otras 407, de las que sólo se concedieron cuatro, y en 2007,seis más, y la actividad cesó tras la denuncia de una abogada del despacho, "convencida de que lo que ocurría no era limpio".

"Pese a las múltiples pericias llevadas a cabo no ha sido posible determinar con absoluta precisión la identidad y cantidades exactas abonadas por los perjudicados, aunque ha quedado acreditado que elbeneficio ilícito obtenido superaría los cien mil euros", indica la resolución. Los magistrados consideran "especialmente reprochable la actuación del condenado, ya que para obtener su lucro personal no dudó en montar durante años una trama criminal".

Abundan en que "se aprovechó de numerosos extranjeros con escasa formación y en utilizar a jóvenes abogados, hasta 150, lógicamente ilusionados con su primer trabajo, a los que no sólo les ocultó la realidad de la actividad para las que se les contrató sino que los iba despidiendo una tras otro sin a veces pagarles lo que acordaron". "A tal grado llegaba el dolor que causaba el acusado que fue precisamente una de las becarias la que denunció los hechos tras comprobar las numerosas quejas e incluso lloros que llegó a presenciar de los pobres extranjeros", recalca la sentencia.

Abunda en que "las víctimas eran engañadas y desplumadas de sus escasos haberes, cantidades de dinero que para ellos eran vitales y para el acusado no eran más que nuevos ingresos que hacía suyos sin el menor escrúpulo".