La autoestima es la base de la vida interior de una persona, que siempre se refleja en su vida exterior. Nos habla de la seguridad en uno mismo, el autocuidado, el criterio o la elección de su forma de vivir. Es el pilar donde se sostiene el cómo nos vemos a nosotros mismos y la valoración que hacemos de ello. Es tanto subjetivo como acumulativo: no es algo que se ajuste siempre a la realidad y se va componiendo en base a nuestras vivencias y experiencias. De la misma forma que se ha ido condicionando hacia un lado, se puede reconducir al otro.

Tendemos a valorar todo aquello que en estos momentos de nuestra vida podemos hacer, pero no tenemos en cuenta lo que nos estamos perdiendo. Como la autoestima condiciona nuestra vida y nuestras acciones, ciertas cosas van a depender de si está alta o baja. De esta forma, habrá varias cosas que nos podemos perder por no tener la autoestima en su punto óptimo.

Lo que pierdo

La confianza en uno mismo es el primer paso para poder vivir una experiencia plena. Nos genera situaciones vitales que nos llenan y nos satisfacen, nos atrevemos y nos dirigimos a mayores logros. Por lo tanto, ¿qué pasa cuando tenemos la autoestima baja? Que hay numerosas cosas que estaremos dejando de vivir, no estaremos alcanzando o no estaremos haciendo.

La baja autoestima condiciona de forma negativa nuestra vida, tanto en el día a día como en los grandes logros o acontecimientos. De hecho, hay seis cosas que seremos incapaces de hacer sin valorarnos y respetarnos a nosotros mismos:

1. Cuidar mi imagen

Cuando no me tengo en cuenta o no me valoro, no considero importante cuidar mi imagen. La ropa que me pongo, el deporte que hago o la comida que escojo en el supermercado no suele ser lo más correcto. Nos movemos por inercia y tomamos decisiones que nos perjudican, tanto por dentro como por fuera. Esa imagen descuidada que tenemos interiorizada, la proyectamos también hacia fuera.

2. Tomar decisiones

Como no tengo seguridad en mí mismo, no suelo tomar decisiones. Esto ocurre porque, o bien no doy valor a casi nada, o pienso que mi opinión no es importante y voy a equivocarme. De esta forma, son los demás los que eligen por mí, pierdo el control de mi vida y no sé hacia dónde voy.

3. Celebrar

Si aparecen cosas buenas en la vida de alguien, lo normal es disfrutarlo, especialmente cuando es un logro. Las personas con baja autoestima no lo hacen, creen que no lo merecen o que lo conseguido no es producto de su esfuerzo. No se tienen en cuenta a la hora de realizarlo ni a la hora de disfrutar la llegada a la meta.

4. Opinar

Como mi opinión no es importante, no la doy. No expreso mis necesidades, no hablo sobre lo que me gusta o no te contradigo cuando te equivocas. No soy dueño de mis palabras y no las expreso. Es uno de los peores errores que hacemos al tener baja autoestima.

5. Relaciones sanas

Como mi autoestima no está sana, tampoco lo están mis relaciones. De hecho, suelo rodearme de personas que absorben mi energía o se aprovechan de mí. Puedo caer fácilmente en relaciones tóxicas.

6. Vivir

Si me baso en todo lo que mi baja autoestima no me deja hacer, me doy cuenta de que realmente no estoy viviendo, simplemente estoy pasando por la vida. No soy consciente de los días ni proceso lo que va aconteciendo. Todo es siempre igual.

La baja autoestima es uno de los mayores problemas que una persona puede tener, ya que influye de forma negativa en prácticamente todas las áreas de su vida. Tienen malas relaciones, no expresan sus necesidades y se dejan influenciar por el resto. Se ha perdido el control de la vida, aunque todo es reversible y siempre se puede recuperar.

* Ángel Rull, psicólogo.