Un terremoto de 4,4 grados en la escala Richter, con epicentro en la localidad navarra de Oricáin, a unos diez kilómetros de Pamplona, se registró ayer sobre las ocho menos cuarto de la mañana, con dos réplicas posteriores, aunque ninguno de los temblores contabilizados ha provocado daños o heridos.

El seísmo, que se produjo sobre las 7.43 horas, tuvo una intensidad IV-V y fue sentido por la población en toda la comarca de Pamplona, en municipios como Ansoáin, Artica, Burlada, Gorraiz, Huarte y Orcoyen, según informó la web del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Los ciudadanos percibieron un temblor moderado en el interior de sus casas, con movimiento de muebles y enseres, e incluso los peatones cesaron su actividad en las calles de Pamplona, que estaban poco transitadas a esas horas de la mañana.

Tras el terremoto, la consejera de Presidencia e Interior del Gobierno de Navarra, María José Beaumont, hacía un llamamiento a la tranquilidad y pedía a la población que no hiciera uso del 112 solo para pedir información, ya que la centralita se estaba colapsando. «Algún vecino ha comentado que se le ha roto un cristal y algún otro hablaba de una grieta, nada más. Ha sido un gran susto, pero afortunadamente no hay daños», explicó.

El de ayer fue uno de los movimientos sísmicos más fuertes ocurridos en Navarra en las últimas décadas. El terremoto más intenso fue el registrado el 6 de enero de 1982, de magnitud 4.8, con epicentro entre el valle navarro del Roncal, el cual se llegó a notar en el País Vasco, Navarra, La Rioja, Alto Aragón y Cataluña. Además, se da la circunstancia de que tal día como ayer, pero en el año 1903, también se produjo un terremoto en Pamplona.