La sequía es la principal culpable de la disminución del número de pájaros y mariposas en el Mediterráneo, según un estudio elaborado en base a datos recogidos durante 17 años de seguimiento de aves y 25 años de estudio de mariposas en esta cuenca.
El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) informa en una nota de prensa de que investigadores del Instituto Catalán de Ornitología y del Museo de Ciencias Naturales de Granollers (Barcelona) han realizado un estudio que demuestra que los efectos de la temperatura, que solo son significativos en las poblaciones de aves, son menores que los de la sequía en ambos casos. Según el estudio, en la cuenca mediterránea el cambio climático está comportando un incremento progresivo de la temperatura y una disminución de la precipitación, lo cual afecta a los ecosistemas, viendo que las especies propias de ambientes cálidos están en aumento, mientras que las de lugares fríos están en evidente regresión.
En este estudio han evaluado el papel que juegan las preferencias de temperatura y precipitación en las tendencias de las poblaciones de aves y mariposas, utilizando los datos de los programas de Seguimiento de Aves Comunes en Cataluña (SOCC) y el Butterfly Monitoring Scheme en Cataluña (CBMS). Los resultados obtenidos muestran que las tendencias poblacionales están primero, y por encima de todo, relacionadas con las preferencias de precipitación, tanto en los pájaros como en las mariposas, y que el efecto de las precipitaciones actúa en direcciones opuestas en los dos grupos.
AFECTADAS // Las especies de mariposas de los entornos más secos y las especies de los pájaros de ambientes más lluviosos son las que más están sufriendo el descenso de las precipitaciones.
Uno de los autores del estudio, el investigador Sergi Herrando, asegura que «las mariposas, especialmente durante los estadios de oruga, no pueden soportar la sequía extrema, se secan y mueren. Los pájaros, en cambio, pueden soportar mejor el estrés hídrico», puntualiza el experto. «En la alta montaña, si coincide una disminución de la precipitación con la temporada de cría de las aves, se puede producir una falta de comida y poner en peligro las crías, por ejemplo, si la sequía afecta a los invertebrados de los que se alimentan», explica.
Los resultados del trabajo indican que la disponibilidad de agua es un factor muy importante para entender los cambios en la biodiversidad en la región mediterránea y que la manera y el lugar como ésta se manifiesta depende mucho de las características de cada grupo de animales.
