La Gemäldegalerie de Berlín inaugura este jueves con "El Siglo de Oro. La era Velázquez" una de las muestras estrella del año en la capital alemana, con más de 135 obras que ilustran la diversidad y el esplendor de la pintura y la escultura españolas del siglo XVII.

La exposición incluye obras de la propia pinacoteca -que cuenta con uno de los fondos más importantes de arte español de Alemania- y préstamos de 64 museos, instituciones y colecciones privadasdel extranjero, desde el Museo del Prado de Madrid, al Metropolitan de Nueva York, el Louvre de París o el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.

Según explicó a medios españoles en un recorrido previo por la muestra María López-Fanjul, comisaria junto a Roberto Contini, los visitantes descubrirán en Berlín que el siglo XVII se caracteriza por "la amplitud de temas, técnicas y grandes maestros". Comprobarán también que hay "muchos otros nombres que merecen estar en primera línea", más allá de Velázquez y El Greco, y que el arte no solamente es pintura, sino también escultura, dibujo, literatura, teatro y música.

"En Alemania se conocen muy pocos nombres de artistas del Siglo de Oro. Nuestro gran reto, y estoy segura de que lo conseguiremos, es descubrir la gran cantidad de grandes artistas que dio España en esos años", explicó López-Fanjul. Con los principales centros culturales -Castilla, Valencia y Andalucía- como ejes, la exposición, presentada este miércoles a los medios, refleja cronológicamente los cambios históricos de España, cuya producción artística estuvo inseparablemente ligada a los acontecimientos políticos y sociales durante los reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II.

Precisamente en tiempos en los que la monarquía hispánica -"la primera potencia" hasta el siglo XVII, recordó López-Fanjul- experimentaba una constante pérdida de poder y afrontaba la creciente influencia del protestantismo, el arte español alcanzó su máximo esplendor. "Hemos querido enseñar la riqueza de las diferentes regiones a lo largo de todo el Siglo de Oro y el diálogo que hubo entre unos artistas y otros, de una generación a otra y dentro de la misma generación", destacó.

Eso permite "entender, por ejemplo, cómo Velázquez llegó a ser Velázquez, y para eso necesitamos saber sus orígenes, sus contactos y su relación con otros pintores", agregó. La exposición concede especial atención a temas concretos, como los retratos o las naturalezas muertas, así como a la estrecha relación entre pintura y escultura, con magistrales tallas en madera policromada.

Una sala está consagrada exclusivamente al dibujo, con veinte obras procedentes del Kupferstichkabinett berlinés -de Alonso Cano, Murillo, Jusepe de Ribera y Francisco Pacheco, entre otros- que se han estudiado y se exponen por primera vez con ocasión de la muestra. Entre las obras más conocidas de la exposición figuran 'Marte' y 'Don Diego de Acedo', de Velázquez, así como la impresionante escultura del 'Cristo yacente', de Gregorio Fernández.

Otro de los préstamos destacados es un paso de Semana Santa también de Gregorio Fernández, cinco esculturas a tamaño natural que se conservan dentro del Museo Nacional de Escultura de Valladolid y que se sacan a las calles de la ciudad en procesión. Asimismo tiene su espacio la obra de la primera escultora española,Luisa Ignacia Roldán, conocida como La Roldana, hija del escultor Pedro Roldán, también presente en la muestra.

El público podrá ver asimismo la primera obra que se conoce de Velázquez -'Tres músicos'- y, en palabras de la comisaria, "tres de los mejores Zurbaranes del mundo": 'Santa Margarita de Antioquia', 'San Francisco de Asís según la visión del papa Nicolás V', único retrato firmado por el pintor, y 'Don Alonso Verdugo de Albornoz'.

La muestra incluye originales de libros, como un ejemplar de la segunda edición del Quijote en alemán, de 1683, un 'Arte de la pintura', de Francisco Pacheco, y los 'Diálogos de la pintura', de Vicente Carducho, así como un tratado espiritual de Teresa de Ávila, todos de la Biblioteca Estatal de Berlín.

"Ha sido un reto muy grande volver a repensar el arte de nuestro país con unos ojos que están a 2.000 kilómetros de distancia", no sólo terrenales, sino también ideológicos, políticos y religiosos, explicó López-Fanjul. La exposición, abierta al público del 1 de julio al 30 de octubre y organizada en cooperación con el Museo del Prado, el Museo Nacional de Escultura de Valladolid y la Kunsthalle de Múnich, cuenta con el apoyo de la Embajada de España y el Instituto Cervantes y podrá verse posteriormente en el museo muniqués.