La búsqueda de los dos pescadores alemanes que desparecieron el viernes en el embalse de Mequinenza (Zaragoza) tras chocar de frente dos embarcaciones dedicadas a la pesca deportiva continuó ayer con la incorporación de nuevos integrantes al equipo de rastreo. Los bomberos de Zaragoza enviaron a buzos y a perros entrenados que se sumaron a los expertos en actividaes subacuáticas de la Guardia Civil y de los efectivos de la Diputación zaragozana.

En el accidente, que pudo deberse a que el sol cegó al patrón de una barca, se vieron implicados tres personas de nacionalidad eslovaca y checa que se desplazaban en una lancha de aluminio y otros dos ciudadanos alemanes, de 55 y 54 años, que iban en otra embarcación, que fueron los que cayeron al agua.

INTENTARON SOCORRERLES // Los pescadores que consiguieron mantenerse a flote declararon que, nada más colisionar a un kilómetro del puerto deportivo de Caspe, trataron de ayudar a los dos ocupantes de la otra embarcación, pero que les resultó imposible porque el casco volcado giraba sobre sí mismo. Es posible, según indicaron fuentes cercanas al caso, que los desaparecidos recibieran golpes en la cabeza y otras partes del cuerpo y que perdieran el conocimiento.

La investigación deberá determinar las causas que concurrieron en el suceso, si bien de momento se ha descartado que el consumo de alcohol fuera un elemento determinante en la barca de los tres supervivientes.