Comienza el verano y con la calurosa estación, muchos optan/optamos por broncear la piel, pero para hacerlo con seguridad y prevenir el cáncer de piel tipo melanoma hay que seguir una serie de pasos. Lo cierto es que no todos los melanomas se pueden combatir con estas medidas, pero con estas medidas se aumenta considerablemente la seguridad a la hora de tomar el sol.

Las recomendaciones, avaladas por la American Cancer Society, son las siguientes:

  • Limitar la exposición a los rayos ultravioleta (UV). La forma más importante de reducir el riesgo de melanoma es protegerse de la exposición a los rayos UV. Lleve a cabo las medidas de protección contra el sol al estar al aire libre.
  • Buscar la sombra. Simplemente mantenerse en la sombra es una de las mejores maneras de limitar la exposición a la radiación ultravioleta.
  • Proteger el cuerpo. Se puede y se debe hacer con una camisa, o bien con crema protectora, con sombrero o con gafas de sol para proteger los ojos y la piel sensible alrededor de estos.
  • Evitar las sesiones de rayos UV. Muchas personas creen que los rayos UV de las cámaras bronceadoras no son perjudiciales, pero esto no es cierto. Las lámparas bronceadoras emiten rayos UV que pueden causar daños a la piel a largo plazo, y contribuir al cáncer de piel. Su uso ha sido asociado a un riesgo aumentado de melanoma, especialmente si se comenzó a usar antes de que la persona cumpliera 30 años. La mayoría de los dermatólogos y organizaciones de la salud no recomienda el uso de rayos UV.
  • Extreme la protección con los más pequeños. Los niños necesitan especial atención, ya que tienden a pasar más tiempo al aire libre y pueden quemarse más fácilmente. Los padres y las personas que cuidan de los niños deben protegerlos de la exposición excesiva al sol con los pasos descritos anteriormente.
  • Prestar atención a lunares extraños. Hay que examinar la piel de forma regular para identificar cualquier lunar u otro crecimiento nuevo o anormal. Pida a su médico que lo examine antes de que tenga la probabilidad de convertirse en cáncer de piel. Ciertos tipos de lunares tienen mayor probabilidad de convertirse en melanomas. Por lo general, no se recomienda la extirpación rutinaria de un gran número de lunares como forma de prevención del melanoma. Algunos melanomas pueden originarse de lunares, pero la mayoría no. Si usted encuentra un lunar nuevo, inusual, o nota un cambio en un lunar, esto debe ser examinado por un médico con experiencia en el reconocimiento de cánceres de piel.
  • Asesoría y pruebas genéticas para personas en alto riesgo. Las mutaciones genéticas que aumentan el riesgo de melanoma pueden afectar a determinadas familias, aunque éstas representan sólo una pequeña porción de los melanomas. Algunas familias con altos índices de melanoma tienen mutaciones en los genes, como CDKN2A (también conocido como p16). Existen pruebas para estos cambios genéticos, aunque los médicos no las recomiendan ampliamente en la actualidad.