Hace algunas décadas, los niños flipaban pasándose de mano en mano el moco verde que se comercializaba con el nombre de Blandiblú. Como todas las modas, esta también ha regresado, y con fuerza, entre los peques de hoy. Pero ahora lo que se lleva es fabricarse uno mismo su propio slime, que es el término actualizado del divertimento viscoso.

El nuevo «moco de unicornio» --el que mezcla los colores del arcoiris con toques de purpurina, que además de iluminar hace que cruja el invento--, o «moco de gorila» --el que tira a verdoso-- o «moco loco» --en cantidades industriales-- se puede elaborar a partir de multitud de ingredientes y Youtube está lleno de tutoriales que se han viralizado.

Con pegamento, bicarbonato, arcilla, quitaesmalte, pasta de dientes, ambientador y también con ácido bórico. Este último elemento, que se utiliza para darle consistencia a la masa pegajosa y que se vende en farmacias, por ejemplo, puede ser dañino si no se manipula adecuadamente, llegando a causar quemaduras.

Ante los casos de abrasiones detectados, la OCU informa a los padres de los peligros que pueden conllevar algunos slimes caseros. Y es que el ácido bórico (bórax) es una sustancia tóxica que se utiliza como producto oxidante y blanqueante. El bórax está presente en muchos productos de limpieza que se adquieren en droguerías y farmacias.

La organización de consumidores recuerda que la ingesta pequeña del ácido bórico puede provocar síntomas gastrointestinales, así como lesiones cutáneas por su manipulación. En caso de toxicidad severa, se puede requerir un lavado gástrico.