Ser de las primeras redes sociales aportó una gran ventaja a Facebook y Twitter, que tras ganarse primero a los jóvenes y después alcanzar al gran público, han podido crecer y renovarse con facilidad durante años. Sin embargo, el target de los nativos digitales es un público muy exigente; cuando una aplicación o red social deja de aportarles lo que buscan, saltan a otra. A cubrir esa necesidad de novedad acudió Instagram, una red más selecta y rejuvenecida, que ponía la imagen como principal reclamo añadiendo la posibilidad de incluir hashtags. El paso siguiente fue el nacimiento hace cinco años de una aplicación que ahora ya desbanca a sus predecesoras entre los más jóvenes: Snapchat.

Aunque Facebook sigue siendo la plataforma líder, su uso empieza a disminuir entre los nacidos entre 1990 y el 2000, mientras que Snapchat se ha ganado su confianza de forma clara. Un estudio de la consultora Edison Research muestra que en el 2016 el uso de Facebook entre los jóvenes estadounidenses de 12 a 24 años cae hasta el 68%, mientras que en el año 2014 era del 80%.

En ese periodo, Snapchat ha entrado de lleno en este público duplicando su popularidad en el 2016 y llegando a ser la preferida por el 72% del grupo de edad. En EEUU, donde hay el 50% de los usuarios de Snapchat, el 34% de ellos tienen de 18 a 24 años, el 27%, de 25 a 34, y el 23,2%, de 12 a 17, según el centro sobre tecnología digital Emarketer. Snapchat sigue siendo la gran desconocida por los adultos y marca una frontera clara entre generaciones. Según Mireia Montaña, profesora de Comunicación, “Snapchat es de difícil acceso para los padres y además poco intuitiva”.

Snapchat también crece en España aunque de forma no tan espectacular. Es también la red que más sube entre jóvenes. El 13% de 16 a 30 años la usan, según un estudio de abril de IAB Spain, patronal de la publicidad digital, y casi el 30% de los usuarios de redes sociales la conocen. H