La NASA ha confirmado que la sonda de exploración Solar Plus, ahora rebautizada como Solar Parker, será lanzada el año que viene para una misión hasta el Sol considerada de alto riesgo. La nave, que se acercará a solo seis millones de kilómetros de la superficie, siete veces más cerca que cualquier misión anterior, se consagrará al estudio de las características físicas del astro y su corona. La ventana de lanzamiento se extiende entre el 31 de julio y el 19 de agosto del 2018.

Una vez llegue a su destino, la sonda orbitará alrededor del Sol en 24 ocasiones, cada una de las cuales durará 88 días. Alcanzará entonces una velocidad extraordinaria de 754.000 kilómetros por hora, equivalentes a unos 200 kilómetros por minuto.

La sonda estará diseñada para recopilar datos en un ambiente de temperaturas extremas, de hasta 1.400 grados, con masivas cantidades de radiación y a una velocidad de 200 kilómetros por segundo, lo que permitiría ir de la Tierra a la Luna en media hora. Para soportar el calor, tendrá un superescudo de fibra de carbono de 11,5 centímetros de grosor y un sistema de refrigeración líquida que facilite que sus dispositivos sigan registrando datos y emitiéndolos a la Tierra.

«Los materiales para que esta misión fuera posible no existían hasta ahora», ha señalado Nicola Fox, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, responsable de desarrollar parte de los componentes.