A la ministra de Cultura y Universidades sueca, Helene Hellmark-Knutsson no le tembló el pulso el pasado lunes cuando cesó a todo el consejo de administración del Instituto Karolinska de Estocolmo, la institución encargada de elegir a los candidatos del premio Nóbel de Medicina, tras las revelaciones de un informe externo el caso Macchiarini, el famoso cirujano italiano acusado de fraude médico y de la muerte de varios de sus pacientes.

Hellmark-Knutsson anunció el pasado viernes en rueda de prensa que la ‘voluntaria’ dimisión del presidente del consejo de administración, Lars Leijonborg, iría acompañada de la renuncia obligatoria de todos los miembros del consejo y de una profunda reestructuración de sus procedimientos de actuación y contratación. Sus nombres se añaden a otros dos altos cargos que han dimitido: el presidente del Karolinska, Anders Hamsted, y de Urban Lendahl, el secretario del comité del Nobel.

Todos, sin embargo, continuarán en sus puestos hasta el próximo 10 de octubre, cuando el propio Leijonborg tendrá que presentar sus propuestas de reforma de la institución. Una semana antes, sin embargo, está previsto que el comité que elige a los galardonados con el premio Nobel de Medicina haga público los nombres. En la designación del Nobel interviene no solo el Karolinska sino también la Academia Sueca de Medicina y otros organismos, aunque el grueso de la elección suele recaer en el instituto de investigación sueco.

El bochorno colectivo en Suecia tras las revelaciones de un informe independiente sobre el caso del cirujano Paolo Macchiarini, acusado de falsear datos en artículos científicos y de haber operado a pacientes con riesgo para su vida sin garantías suficientes, ha hecho que reputados científicos hayan pedido que este año no se otorgue el Nobel de medicina y que para el próximo año se hayan renovado completamente a sus jurados.

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Para la ministra sueca, se trata de un “gran, gran escándalo”, para el que también ha pedido la dimisión, por cuestiones formales, del responsable de investigación del ministerio. El escándalo saltó en Suecia a raíz de un reportaje de televisión titulado ‘Los experimentos’ en que se exponían los métodos del médico italiano y de otro en Vanity Fair donde se hacían eco aliñándolo con episodios que mostraban a un personaje embaucador y megalómano.

El Comité Sueco de Ética Médica ha hecho público este lunes un informe en el que confirma las acusaciones sobre Macchiarini a raíz de un artículo sobre sus hallazgos en los transplantes de tráquea artificial que realizaba pero extiende la responsabilidad a los 24 autores que firmaban con él el texto. A todos los acusa de fraude en la investigación. Y solo es el primero de los cuatro casos que debe examinar en los que está involucrado Macchiarini.