Parecía un desgraciado accidente más. Un conductor despistado que se metió en sentido contrario con su autocaravana en la autovía A-381 en Cádiz y circuló varios kilómetros hasta acabar convertido en un amasijo de hierros tras chocar contra un camión. Dos fallecidos. Sin embargo, la autopsia de uno de los cuerpos, el de la mujer, despertó las sospechas de los agentes de la Guardia Civil sobre la posibilidad de que el accidente no fuera fortuito y encubriera un caso de asesinato machista. Tras las pruebas aportadas, este martes la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género ha incluido a la mujer como la víctima número 36 de la violencia machista en lo que va de año.

El suceso se produjo a primera hora de la tarde del pasado 25 de septiembre, pero no ha sido hasta ahora cuando la Guardia Civil ha podido dar carpetazo al caso y concluir que se trató de un caso de violencia de género. Las pruebas forenses certificaron que la mujer, de 41 años y nacionalidad francesa, ya estaba muerta antes del accidente. Al parecer, habría sufrido un fuerte traumatismo en la cabeza que le costó la vida.

El suceso tuvo una enorme repercusión en su momento en la comarca del Campo de Gibraltar, tanto por las circunstancias del accidente y lo aparatoso del mismo, ya que varios vehículos alertaron de la autocaravana conduciendo en sentido contrario y del choque, como por las numerosas retenciones que causó en los accesos entre Los Barrios y Algeciras. El impacto entre ambos vehículos fue de tal intensidad que se necesitó la presencia de Consorcio de Bomberos para excarcelar de entre los hierros los cuerpos de los ocupantes de la autocaravana y del conductor del camión de una cooperativa oleícola, que resultó herido de gravedad y tuvo que ser trasladado de urgencias al hospital Punta de Europa.

Las miradas se dirigieron en aquel momento al conductor del vehículo y pareja de la mujer fallecida. Se trataba de un hombre de unos 30 años, de origen inglés, que falleció a causa de las heridas causadas en el choque frontal contra el camión. Las hipótesis de la Guardia Civil apuntan a que el hombre, que según fuentes policiales citadas en aquel momento por la agencia EFE arrastraba problemas mentales, asesinó a su compañera y posteriormente provocó el accidente para suicidarse y, de paso, tratar de encubrir lo ocurrido.

La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género confirma ahora que no existían antecedentes previos ni denuncias por malos tratos contra el agresor, e incluye el caso en su cómputo de agresiones machistas de este año. Así lo daba a conocer de hecho el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con un mensaje en sus redes sociales. “En septiembre, una mujer de 41 años fue asesinada por su pareja. El hombre fingió que se trataba de un accidente de tráfico. Terrible. La violencia de género se cobra una nueva vida. Trabajemos sin descanso con todos los recursos disponibles hasta pararla. Mi cariño a su familia”.

En la misma línea se pronunció la responsable de Igualdad, Irene Montero, tras la celebración del Consejo de Ministros. “Cada nueva víctima, cada asesinato machista es síntoma de todo lo que queda por hacer todavía para combatir de forma eficaz la violencia machista y sabemos que nuestra responsabilidad y nuestro objetivo es llegar a tiempo y estamos trabajando duramente para ello”, afirmó. Y destacó además que el Ejecutivo “es plenamente consciente” de que hay mucho trabajo por hacer “para llegar a tiempo en todos los casos”.

Según los datos del Gobierno, otras 35 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, y sólo en seis de los casos (el 16,7 %) el presunto agresor había sido denunciado por maltrato. Como consecuencia de esos crímenes, 17 menores han quedado huérfanos.