La Gran Vía de Madrid fue cortada ayer tarde al tráfico y acordonado un tramo a los transeúntes tras saltar la alarma por un vehículo que había quedado estacionado, lo que provocó el despliegue de la policía. Los agentes inspeccionaron con perros especializados en la detección de explosivos el vehículo, parado con las luces de aviso activadas. Tras no encontrar nada sospechoso, una grúa municipal retiró el vehículo. La Gran Vía estuvo cortada desde las 19.15 hasta las 20.00 entre plaza de España y la calle de Alcalá.