Un taxista vizcaíno, Kepa Amantegi, recorrió la semana pasada 3.700 kilómetros de manera de-sinteresada para llevar de regreso a Italia a una joven Erasmus que se había quedado atrapada sin vuelos en el aeropuerto de Madrid-Barajas debido a la crisis sanitaria del coronavirus.

El generoso conductor explica con total modestia que un amigo de Durango le llamó para preguntarle el miércoles de la semana pasada si conocía a algún taxista de Madrid que pudiese recoger en el aeropuerto a una compañera de estudios italiana que quería regresar a Bilbao, donde había pasado dos meses, tras no poder volar a su país.

El coste de este trayecto suele ser de 700 euros, explica Amantegi, quien no se lo pensó dos veces y se ofreció él de forma desinteresada para rescatar a la italiana.

Al llegar a Bilbao, la chica no pudo entrar en la casa en la que había pasado los dos últimos meses, así que el taxista la invitó a dormir en su domicilio. «El jueves hicimos todo el papeleo para viajar a Italia y el viernes nos pusimos en ruta», comenta.

El viaje de más de 1.500 kilómetros de ida y los mismos de vuelta se realizó sin apenas controles de las autoridades policiales. «Llegamos sin ninguna parada a Italia», añade. Al regresar, Amantegi pasó una inspección en Toulouse y otra más exhaustiva en Irún.