Científicos del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona han descubierto que la exposición a altas temperaturas durante el desarrollo temprano de los peces puede alterar y dar lugar a hembras que son aparentemente normales pero que en sus gónadas expresan mayoritariamente genes masculinos.

Las gónadas son los órganos que se encargan principalmente de producir gametas (células sexuales), pero también secretan hormonas, es decir se comportan como órganos endocrinos. Las gónadas femeninas son los ovarios y las masculinas los testículos.

La investigación, que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), ha sido liderada por Francesc Piferrer (ICM-CSIC) y en ella han colaborado científicos del Temasek Life Sciences Laboratory de Singapur, liderados por Laszlo Orbán.

Piferrer resalta que los peces representan más de la mitad de las especies de vertebrados vivos y son bien conocidos por tener un desarrollo sexual muy plástico, puesto que exhiben diversas formas de hermafroditismo.

Ahora, utilizando familias de pez cebra, una especie con sexos separados y modelo de investigación consolidado para muchas áreas de la biología, los investigadores han descubierto que el grado de masculinización como respuesta a la temperatura elevada es dependiente de la familia, ya que algunas familias son altamente sensibles al calor.