El excepcional temporal de levante está provocando numerosos daños en la costa del Ebro, inundando miles de hectáreas de arrozales del delta. El agua del mar ha entrado ya tres kilómetros tierra adentro, según cálculos del Ayuntamiento de Deltebre, anegando algunas de sus zonas más sensibles, y amenazando todo el delta del Ebro. Según la Comunidad de Regantes de la Izquierda del Ebro, ya son 3.000 las hectáreas de arrozales inundadas.

El geógrafo Josep Sitjar ha difundido en twitter las imágenes satelitales que muestran el antes y el después del delta tras el impacto del temporal 'Gloria'.

El alcalde de Deltebre, Lluís Soler, ha explicado a este diario que el temporal sufrido hoy es "insólito, no tiene precedentes, no lo habíamos visto nunca". Ha apuntado que el río Ebro se ha desbordado en la zona del Garxal, en la desembocadura, si bien las mayores afectaciones se localizan en la zona de la playa de la Bassa de l’Arena, que ha quedado engullida por el agua salada. "La línea de la costa ha desaparecido totalmente", resume Soler, que señala que son numerosos los desperfectos en el centro urbano -árboles, calles, postes de electricidad...-. Además, la localidad, de más de 11.000 habitantes, tiene un 60% de las viviendas sin electricidad desde el inicio del temporal.

DESPROTEGIDA

Soler ha denunciado que el delta "necesita acciones contundentes para contrarrestar la emergencia climática que vivimos y la inacción histórica que sufrimos" y pide, tanto al gobierno catalán como al gobierno español, que escuchen sus demandas. "El delta es la zona húmeda por excelencia de Europa y está desprotegida. Tenemos que pasar de buenas intenciones a medidas efectivas y contundentes para salvar el territorio", ha sentenciado Soler, que anuncia que el ayuntamiento pedirá la declaración de zona catastrófica.

En este sentido, la plataforma Defensa del Ebro ha denunciado en Twitter: "Tenemos la sensación de que la gente del Ebro seremos los primeros refugiados climáticos de Europa. Demasiado regadíos, embalses, especulación... El Ebro sin caudal es la muerte del Delta".

La virulencia de las olas también ha golpeado con dureza los frentes marítimos de municipios como la Ametlla de Mar, L'Ampolla y Alcanar. Paseos marítimos destrozados y el mar sobrepasando los muelles exteriores de protección de los puertos. Muchos pescadores no recordaban un fenómeno como el de estos últimos días.

EL 15% DE LOS CAMPOS DE ARROZ

Especialmente afectados han sido los propietarios de los campos de arroz, aunque por suerte ya se había recogido la cosecha. El temporal Gloria ha anegado con agua de mar 3.000 hectáreas de arrozales, lo lo que es lo mismo, una franja de dos kilómetros tierra adentro o un 15% de los campos de la zona, según Manel Ferré, presidente de la Comunidad de Regantes de la Delta del Ebro. Ha asegurado también que los agricultores de arroz de la zona no recuerdan un temporal tan fuerte y con estas consecuencias en los últimos 15 años.

"Por suerte la inundación se ha producido cuando ya se había realizado la recogida de la cosecha, pero el problema es que la salazón puede afectar al próximo cultivo, que empezará en abril", ha explicado Ferré. Por eso, los regantes tratarán durante los próximos días de introducir agua dulce en los campos para preparar las tierras una vez baje el nivel del agua de mar.

Ferré ha explicado que el temporal marítimo ha afectado mucho a la isla de Buda, especialmente las lagunas, y también la zona de la La Marquesa, donde ha destrozado las defensas. El agua del mar también puede causar daños a la flora y las especies de estas lagunas.

PLAN PARA REDUCIR DAÑOS

Gloria ha castigado una zona que estaba ultimando un plan para frenar los daños provocados por el cambio climático y por el constante deterioro de la zona debido sobre todo a la constante reducción de unos ocho metros de franja del litoral cada año. Precisamente, esta semana esté prevista una reunión de trabajo de la denominada Mesa de Consenso del Delta a la que asisten los alcaldes de los municipios de la zona: L'Ampolla, Camarles, Aldea, Deltebre y Sant Jaume d'Enveja.

Este grupo de trabajo espera poder aprobar un plan para frenar el retroceso del delta a través de la construcción de un paso marítimo de un metro de altura, que podría ser una atracción turística como carril bici, entre otras medidas.