Incluso el insecto más pequeño puede marcar la diferencia. Prueba de ello es un nuevo estudio publicado en la revista Science en el que se demuestra que las termitas pueden mitigar los efectos de la sequía en los bosques tropicales húmedos. La investigación, tras analizar el papel que juegan estos animales en periodos de escasez extrema de agua, concluye que las termitas actúan como descomponedoras de materia orgánica, facilitan el ciclo de nutrientes y mejoran la humedad del suelo. No en vano, son uno de los pocos seres vivos que pueden descomponer la celulosa que se encuentra en el material vegetal.