Cuatro de los asesinos de Barcelona y Cambrils aparecen en un vídeo encontrado por los Mossos d’Esquadra. Habla uno de ellos, Mohamed Hychami, que amenaza a los españoles con sangre y sufrimientos. La grabación dura casi una hora y en ella los terroristas salen también grabando imágenes de la Torre Eiffel. Cuando el gobierno de Francia recibió una copia, en septiembre, ordenó levantar un muro de metacrilato y cristal para blindar su monumento. Lo desvela este lunes la revista 'Interviú':

La cámara del teléfono móvil graba las escenas desde dentro de la casa de la urbanización Montecarlo en Alcanar (Tarragona). Se ve a cuatro personas, son cuatro terroristas y tienen en las manos la “madre de Satán”, el TATP o peróxido de acetona. Es el explosivo que han fabricado de forma casera y que tienen casi seco, casi a punto.

El que habla a la cámara es Mohamed Hychami, de 24 años, nacido en Marruecos, criado en Ripoll (Girona) y trabajador en una empresa de forjados en la que ganaba unos 2.000 euros al mes. Hychami muestra el explosivo y se dirige a cámara en árabe: “Españoles, vais a sufrir”. El vídeo, que el juez Fernando Andreu ha ordenado mantener en secreto, forma parte de una pieza separada de las investigaciones de los atentados cometidos hace cuatro meses en Barcelona y Cambrils. Dura aproximadamente 60 minutos y fue encontrado por los Mossos d’Esquadra tras la explosión accidental de la casa de Alcanar (Tarragona), donde murieron dos de los terroristas.

MAKING OF

“El vídeo es un making of de la preparación de los explosivos y también es un retrato de los últimos días de los terroristas”, comenta una de las pocas personas que ha visto la grabación. Las fuentes consultadas por interviú aseguran que en la grabación no se habla de ningún objetivo terrorista concreto (ni siquiera la basílica de la Sagrada Familia, que figura en las investigaciones como el supuesto blanco de los ataques), pero sí se ven varias imágenes de la Torre Eiffel, en París, que cuatro de los asesinos grabaron durante el viaje que hicieron a Francia el 11 y 12 de agosto, apenas unos días antes de empezar a matar y morir en Cataluña.

El pasado mes de septiembre, los servicios de información españoles comunicaron el hallazgo a sus colegas franceses, que pudieron ver el vídeo. Fue entonces cuando el gobierno de Emmanuel Macron decidió reforzar la entrada a la Torre Eiffel con un muro de cristal y metacrilato de siete centímetros de espesor, a prueba de balas y resistente a los ataques con camiones o furgonetas.

Francia anunció entonces que lo hacía porque las barreras provisionales que había colocado para protegerlo de posibles ataques yihadistas “rompían la perspectiva” del monumento. La realidad, según confirmaron fuentes de la investigación a esta revista, es que el vídeo grabado por los terroristas españoles y las imágenes de la Torre Eiffel encontradas en él fueron claves en la urgente decisión francesa. El muro, del que ya se ha levantado una parte, costará unos 20 millones de euros.

La grabación es el segundo hallazgo de los investigadores sobre los últimos días de los yihadistas. Uno de ellos, Said Aalla, dejó una nota escrita a su familia (que publicó interviú) en la que les dejaba “encargados de vender mis cosas para cubrir las deudas que os devo (sic)”. En su casa se encontró también una nota manuscrita en la que había copiado un fragmento de la Sura 78 del Corán: “El día del juicio final ya está determinado”.

El vídeo no es la única huella de los atentados de Cataluña que lleva a la torre Eiffel ni a Francia. Omar Hychami, otro de los terroristas y hermano menor de Mohamed, se hizo una fotografía delante de una maqueta de la torre Eiffel en un centro comercial. Y, en España, los investigadores de la Guardia Civil descubrieron que los terroristas tenían en su poder planos y rutas para llegar a varias direcciones en Marsella, al sur del país.

El juez Fernando Andreu, que dirige las investigaciones sobre la matanza, ha ordenado mantener en secreto la grabación. Entre otros motivos, para evitar que se convierta en objeto de culto a los mártires, como suele suceder entre los yihadistas. Andreu coordina un equipo conjunto español y francés para investigar la trama completa de los asesinos. De hecho, aun no se sabe para qué fueron a París. La Guardia Civil ha descubierto que hicieron noche en un hotel al sur de la capital francesa, compraron una cámara de fotos en una tienda FNAC y a su regreso a España, un radar de tráfico los detectó en Essone.

Los investigadores trabajan con tres hipótesis para explicar la conexión francesa: pudieron recibir instrucciones militares o una bendición religiosa; podía haber en Francia otra célula yihadista paralela dispuesta a matar allí o bien si ellos mismos iban a cometer atentados en los dos países. “Hay un dato extraño en el vídeo: el imán, el líder de todos ellos, no sale hablando a cámara en ningún momento”, subraya una fuente. Eso podría hacer pensar que había nuevos planes de atentados en España o Francia y que el imán Abdelbaki Es Satty, los coordinara.

“Fue un atentado muy barato, no les costó más de 3.000 euros. Y también iba a ser un atentado múltiple, con varios escenarios, e iban a hacerlo el sábado 19 o el domingo 20 de agosto”, concluyen fuentes de la investigación consultadas por esta revista. La explosión accidental de la casa de Alcanar cambió sus planes.

Tras no lograr alquilar un camión de gran tonelaje porque no tenían el permiso de conducir específico para ello, los terroristas se hicieron con tres furgonetas, pero debían devolverlas el lunes 21 de agosto o saltarían las alarmas. Uno de los objetivos, según las investigaciones, era la Sagrada Família.

Los otros posibles escenarios de esos ataques múltiples no aparecen mencionados ni hay imágenes de ellos en el vídeo de los terroristas. Los investigadores contemplan como posibles escenarios la avenida del Portal de l'Àngel -una zona peatonal muy concurrida que conecta la plaza de Cataluña con la Catedral- y el partido de liga que se celebró en el Camp Nou la tarde del 20 de agosto entre el Barcelona y el Betis. “Cualquier escenario con grandes concentraciones de gente que tuviera lugar ese fin de semana. Y esos eran dos lugares sensibles”, subrayan.