El Gran Maestro Serguéi Kariakin firmó este martes tablas con el cosmonauta ruso Anatoli Ivanishin, inquilino de la Estación Espacial Internacional (EEI), 50 años después de la primera partida de ajedrez entre la Tierra y una nave espacial.

El resultado fue el mismo que hace medio siglo, aunque Ivanishin, ayudado por el también cosmonauta Iván Vágner, inició el duelo con blancas con la ayuda de una tableta, según se pudo ver en la retransmisión en directo a través de la red social Vkontakte.

Mientras, Kariakin, quien reconoció que estaba más nervioso que cuando se enfrentó el noruego Magnus Carlsen por el título mundial en 2016, tenía ante sí un tablero tradicional en el vestíbulo del Museo de la Cosmonáutica de Moscú.

"Fue una partida muy disputada. Considero que el empate es lo más justo. El cerebro funciona muy bien en el cosmos", dijo Kariakin, quien negó que se hubiera dejado empatar.

Llegó un momento en que Kariakin tuvo incluso que defenderse de las embestidas de su rival, aunque después de una media hora ambos ajedrecistas se conformaron con el empate.

La partida fue organizada también por la Federación Rusa de Ajedrez y la agencia espacial rusa, Roscosmos, donde dicho deporte-ciencia forma parte de la preparación de los cosmonautas.

De esta forma, querían conmemorar la partida disputada el 9 de junio de 1970 entre los astronautas Andrian Nikoláyev (comandante, primer cosmonauta en permanecer más de un día en el espacio) y Vitali Sevastiánov (ingeniero de vuelo), a bordo de la nave Soyuz 9, contra los "terrícolas" Viktor Gorbatko (también astronauta) y el general de aviación Nikolái Kamanin, responsable del programa de entrenamiento espacial en la Unión Soviética).

Aquella partida, jugada aprovechando un día libre para la tripulación, duró seis horas y se desarrolló sobre un tablero especial diseñado por el ingeniero Mijail Klevtsov para condiciones de gravedad cero, con muescas y ranuras puesto que no era posible utilizar piezas magnéticas que pudieran perturbar los instrumentos de a bordo.