Un total de 20.000 personas disfrutaron ayer de la 74ª edición de la Tomatina en Buñol, donde unos 145.000 de tomates llegados en las últimas horas desde la Llosa, distribuidos en siete camiones que tiñeron de rojo las calles del municipio.

Este año, según informó el consistorio, se experimentó un repunte de visitantes a La Tomatina provenientes del este de Europa, concretamente de Rusia, que se suman a la habitual presencia de turistas australianos, llegados desde las Antípodas. Y, aunque que desde hace algún tiempo el acceso a la fiesta del pueblo comporta el pago de una entrada, fueron numerosos los medios de comunicación que retransmitieron la popular celebración en directo. La Tomatina, a lo largo y ancho de su recorrido, dejó multitud de estampas divertidas.

También destacó la notable presencia de visitantes nacionales y de la Comunitat, aunque por contra disminuyó el número de turistas ingleses. La alcaldesa, Juncal Carrascosa, hizo un balance «muy equilibrado» de los visitantes. El consistorio se mostró «especialmente contento» con las entradas que se pusieron a disposición de los vecinos. «Se han repartido todas», aseveró.

LIMITACIÓN DE AFORO // Así, alrededor de 9.000 buñoleros pudieron disfrutar de la Tomatina, un síntoma que según la alcaldesa «quiere decir que se está recuperando la fiesta para el disfrute de la gente del pueblo, que era uno de los principales objetivos a la hora de limitar el aforo».