Compartía cartel con Paquirri y López Simón, pero el torero que esta tarde ha estado en boca de todos en la Feria de Julio de Valencia ha sido el murciano Paco Ureña. No porque se quedara a muy poco de poder salir a hombros de la multitudinaria plaza, sino por la dramática y escalofriante cogida que sufrió por parte de su primer astado (el segundo de la tarde) en la tercera corrida de toros que se celebraba ayer en la ciudad del Turia.

Al parecer, Ureña pinchó en el primer intento y, en el segundo, recibió una fuerte cornada que le volteó y le hizo perder el conocimiento. Pese al susto inicial y la virulencia del impacto, el diestro entró por su propio pie en la enfermería mientras recibió la ovación de los miles de asistentes. Según dio a conocer el parte médico, el torero solo sufría un traumatismo craneoencefálico leve, una herida en la frente y contusiones varias, aunque la fuerte hemorragia que presentaba tras ser cogido por el toro hacía presagiar los peores vaticinios.

Tal como relataron algunos testigos presenciales, Ureña cayó desplomado en el suelo después de recibir la cornada y con el traje prácticamente hecho pedazos.