El Toro de la Vega será este año el Toro de la Peña. El primero permitía la justa del astado; lancearlo hasta darle muerte en una suerte de torneo medieval en campo abierto. El segundo, este martes, repetirá escenario y recorrido, pero los mozos, siguiendo el mandato de la Junta de Castilla y León, no podrán terminar con la vida del animal. Será un encierro al uso, con carreras, caballistas y toreo a cuerpo limpio. Sin sangre. Pero que nadie se lleve a engaño: el ejemplar será sacrificado en el corral una vez finalice el recorrido, a la vera del Duero. Mismo final, distinto método.

El segundo martes de septiembre era el día elegido para celebrar la fiesta grande que cada año atraía a miles de curiosos y amantes de la tauromaquia. También a centenares de animalistas, que en las últimas ediciones habían protagonizado tensas trifulcas con los vecinos. Este año no vendrán. Ya exhibieron músculo el sábado en una multitudinaria manifestación en Madrid a favor de abolir la tauromaquia, y además siguen de resaca después de que el gobierno autonómico del PP prohibiera en mayo el espectáculo a través de un decreto ley que fue respaldado por todos los grupos políticos, a excepción de Ciudadanos, que se abstuvo. Lo impulsó el consejero de Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, hijo del que fuera delegado de Cultura del Ministerio de Información a finales de los años 60, Antolín de Santiago-Juárez, principal valedor para que Tordesillas recuperara, tras cuatro años de veto durante el franquismo, el Toro de la Vega. El padre lo resucitó; el hijo le vuelve a dar sepultura. ¿Será para siempre?

“YA NO HAY VUELTA ATRÁS” // El 13 de septiembre del 2016 será recordado. Como lo es el 13 de septiembre de 1966, hace 50 años, fecha en la que el pueblo tampoco pudo ajusticiar al astado porque el régimen anuló el campeonato obligado por la presión social. En 1970, el Toro de la Vega regresó. Ahora, según la presidenta del Partido Animalista (PACMA), Silvia Barquero, ya no hay margen: “Es la definitiva”. “Permitirlo de nuevo sería como volver a vetar las bodas entre personas del mismo sexo. No hay partido que se atreva”. Misma opinión comparte el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Valladolid Enrique Berzal, conocedor de la historia, tal y como recoge un interesante artículo que escribió para ‘El Norte de Castilla’. “Ya no hay vuelta atrás”. H