Los toros de la ganadería abulense de José Escolar han protagonizado el encierro más rápido de San Fermín 2019, con momentos de tensión al caer un cabestro en la calle Estafeta, lo que ha hecho tropezar y caer a varios corredores, sin que, según el primer parte médico facilitado, ninguno haya resultado corneado.

Tras una jornada de fuertes tormentas, que obligaron a suspender la corrida de toros de la tarde de ayer, la lluvia ha respetado la carrera, que, con un menor número de corredores que en días precedentes, ha tenido una duración de dos minutos y 13 segundos.

En esta ocasión, y no como sucedió en sus tres primeras participaciones en los encierros de San Fermín, ninguno de los toros se ha vuelto sobre sus pasos y la torada ha corrido prácticamente agrupada durante todo el recorrido, con pequeños huecos en algunos puntos que han permitido lucirse a los mozos.