El 70% de los padres de niños que se suicidaron tras sufrir acoso escolar no pudieron evitar ese trágico final aunque sabían que sus hijos estaban padeciendo esas situaciones. Así lo explica el psicólogo y exdefensor del Menor, Javier Urra, que acaba de publicar el libro Primeros auxilios emocionales para niños y adolescentes.

«¿A quién se cambia de colegio? A la víctima, en lugar del acosador o acosadores. Si se repite el acoso en otro centro, la víctima se siente culpable y no ve salida a su situación», señala Urra, quien advierte de que «los padres no siempre pueden evitar el suicidio de un hijo» y necesitan el apoyo de profesionales.

«Hay niños que tienen un gran vacío existencial, que son muy sensibles, entienden el entorno desde el miedo y piensan que todos les miran y se ríen de ellos y si tienen una experiencia mala en un colegio y va a otro y también, y ve que sus padres no le pueden ayudar, puede llegar a pensar que para qué seguir sufriendo», relata este psicólogo.

Por su parte, respecto a los acusadores, apunta que «suelen ser niños que no se sienten querido por el resto, pero que imponen el hecho de ser respetados, es posible que en casa sean chavales agresivos, que buscan una corte que le ría las gracias; suelen ser físicamente fuertes y resuelven los conflictos con violencia de forma habitual».

«Y luego están el resto de los niños, que son conscientes de ese acoso, pero que tienen miedo y no lo impiden», afirma, para añadir que los profesores “tienen un papel muy importante para cortar esas situaciones”.

QUÉ HACER // Cuando los padres tienen elementos de que «un hijo tiene pensamientos autodestructivos», en primer lugar tienen que desplazar tópicos como el de que «el que lo dice no lo hace», porque «cuanto más haya elaborado cómo lo va a hacer, el riesgo aumenta», argumenta Urra.

En segundo lugar, deben pensar que no pueden salvar solos a su hijo: «Deben estar apoyados de especialistas y a veces con psicofármacos», asegura el experto.

Cree que los medios de comunicación deben abordar el tema con ciertas pautas, como no detallar la forma del suicidio.