Los padres de tres niñas residentes en la comarca del Gironès afrontarán un proceso judicial después de que los pediatras de las pequeñas detectaran durante el 2016 que habían sufrido una ablación del clítoris. Tienen entre 7 y 14 años, pertenecen a familias de etnia subsahariana, y dos de las menores son hermanas.

Durante el pasado año, además, se identificaron a otras dos niñas que viven en la provincia y que corrían riesgo evidente de sufrir una ablación si marchaban a sus países de origen. De hecho, un juzgado ha prohibido a los padres de una de estas menores que viajaran con ella a África.

En todos los casos, el Código Penal es categórico. La ley castiga la ablación con penas de entre 6 y 12 años de prisión. Y no solo persigue aquellas mutilaciones genitales que se realizan en España, también las que se llevan a cabo durante un desplazamiento a África.

El año pasado, tan solo en las comarcas gerundenses, los Mossos fueron requeridos en cinco casos de riesgo. Hacían referencia a niñas procedentes de Gambia, Mali y Senegal que tenían entre 4 y 14 años.

«La realidad se impone y nos demuestra que aún estamos alejados de nuestro objetivo final, que es el de erradicar la práctica», explican fuentes policiales, que también hacen pedagogía con las familias.