Tres personas fallecieron en Badalona (Barcelona) ayer a primera hora de la mañana en un virulento incendio que se originó en los bajos de un modesto bloque de 10 plantas y trepó en pocos minutos hasta el ático. También resultaron heridas otras 29 personas, tres de ellas de gravedad, entre las que se cuentan un bebé de pocos meses de vida por intoxicación de humo y dos hombres que se precipitaron al vacío desde la ventana para evitar morir abrasados por el fuego.

Las llamas se iniciaron sobre las 9.00 horas en un primer piso del número 244 de un edificio viejo conocido en el barrio de Sant Roc como El Lineal. Lo más probable es que los inquilinos de este domicilio, así lo contaron los vecinos --que añadieron que se trataba de un piso ocupado--, huyeran del fuego dejando la puerta de su casa abierta. Un error común que resultó devastador.

Tras la voz de alarma, el resto de familias abrieron las puertas de sus respectivas viviendas para averiguar qué ocurría y al hacerlo crearon una vía de aire que reclamó las llamas. Impulsado por esta mecha de oxígeno, el fuego ascendió por la escalera comunitaria cumpliendo escrupulosamente con el conocido efecto chimenea y convirtiendo este espacio en un tubo de fuego que acabó afectando a ocho de las diez plantas del edificio. Cuatro domicilios del inmueble quedaron completamente calcinados.

BURBUJA DE HUMO // Las tres muertes se produjeron en las plantas octava y novena. Las tres víctimas fallecieron asfixiadas a causa del humo concentrado en estas plantas superiores, que terminaron alojando la concentración más elevada de los vapores tóxicos. Una burbuja de veneno que ahogó a una anciana de 92 años residente en la novena planta y a otras dos personas, vecinas de la octava. Los cuerpos de estas dos últimas aparecieron carbonizados porque la octava fue la última planta alcanzada por las llamas.

La fuerza del fuego y el espesor del humo provocaron que diversos vecinos, en una imagen que escapa a la normalidad de los incendios urbanos, se colgaran del alféizar de las ventanas a la espera de ser rescatados por los bomberos. Dos de ellos perdieron la paciencia y se precipitaron al vacío. Uno cayó desde un tercer piso al tratar de descolgarse por la tubería. Ambos sufrieron lesiones de gravedad y, junto al bebé, son las víctimas cuyo estado preocupa más, en especial el del pequeño recién nacido, ingresado de urgencia en el Hospital de la Vall d’Hebron de Barcelona.