Con severos traumatismos y quemaduras, pero «estables dentro de su gravedad». Según fuentes del Hospital Calixto García, en La Habana, así evolucionan las tres únicas supervivientes que iban a bordo del avión que se estrelló el viernes en una zona de cultivos de la capital cubana, en el que perdieron la vida las 108 personas restantes que viajaban en el Boeing 737.

De entre el centenar de víctimas mortales que se ha cobrado el accidente aéreo no hay ningún ciudadano español, tal como confirmó el Ministerio de Exteriores. La mayoría de los fallecidos son cubanos, aunque hay también una pareja argentina, dos hombres saharauis y una mujer mexicana, a los que se suman los seis miembros de la tripulación de la aeronave, también mexicanos.

Ayer también se dio a conocer que al menos 20 de las personas que viajaban en el aparato pertenecían a una iglesia evangélica, concretamente la Iglesia del Nazareno de Mesoamérica. Su director regional, Carlos Saenz, explicó que diez parejas pastorales regresaban al este de Cuba después de participar en un retiro espiritual en la capital del país.

LLEGADA DE FAMILIARES // Los allegados de las víctimas del siniestro comenzaron a llegar a primera hora de ayer para colaborar en la identificación de los fallecidos, que se está llevando a cabo en las instalaciones del Instituto de Medicina Legal. Las cifras iniciales que se difundieron el viernes eran de 107 víctimas, entre ellas cinco niños, de las 110 personas que iban a bordo, pero los medios estatales cubanos precisaron ayer que en la lista de pasajeros (104) no se incluía al menor de dos años que también iba en el vuelo, igualmente fallecido, lo que eleva a 108 los muertos. Se desconoce todavía los motivos por los que el avión se estrelló a los pocos minutos de despegar.

Las autoridades mexicanas informaron de que la aerolínea Global Air cuenta con todos los permisos y la autorización correspondiente para realizar operaciones de subservicio con Cubana de Aviación. El del viernes no es el único accidente que ha sufrido la compañía. En el 2010, fue suspendida durante un mes al detectarse irregularidades en el programa de mantenimiento.

El avión, que está siendo el foco de todas las investigaciones, era un Boeing 737-200 con 39 años de servicio y había operado en un total de siete países.