Con una carta enviada a Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, la Administración de Donald Trump ha puesto en marcha este lunes el proceso oficial para que Estados Unidos abandone el Acuerdo de París, el pacto global alcanzado en 2015 para combatir el cambio climático.

La salida, prometida por Trump en campaña, anunciada cinco meses después de su llegada a la Casa Blanca e iniciada ahora en el primer día en que lo permitían los protocolos, culminará en un año. Y el 4 de noviembre de 2020, justo un día después de las elecciones presidenciales, EEUU se convertirá en el único país del mundo fuera del acuerdo global, una herramienta que científicos y activistas consideran tan insuficiente como imprescindible ante la crisis climática.

El inicio del proceso ha sido anunciado por el secretario de Estado, Mike Pompeo. En un mensaje en Twitter y un comunicado, el jefe de la diplomacia estadounidense ha resucitado el argumento económico que usó Trump en 2017, alegando que los compromisos de reducción de emisiones que adoptó el gobierno de Barack Obama cuando firmó el Acuerdo (entre un 26 y un 28% respecto a los niveles de 2005) representan un injusto peso económico impuesto a trabajadores, negocios y contribuyentes estadounidenses. EEUU ha sido históricamente el mayor contaminante del mundo, actualmente solo está por detrás de China y es el mayor productor de petróleo y gas.

"Esperada, preocupante"

Según ha lamentado en un mensaje con amplio eco la ministra española de Transición Energética, Teresa Ribera, no por esperada la decisión es menos preocupante.

Llega cuando la comunidad científica ya ha advertido de la imperiosa necesidad de frenar el aumento de las temperaturas a 1.5 grados respecto a temperaturas preindustriales y cuando crecen las alertas y la conciencia del creciente impacto del cambio climático en la intensidad de desastres y catástrofes naturales y en la población más vulnerable.

El gobierno federal bajo el mandato de Trump está impulsando una profunda regresión en protecciones medioambientales. Y pese a que numerosas autoridades locales y estatales y partes del sector privado de EEUU han puesto en marcha sus propias medidas y compromisos para luchar contra el calentamiento global, incluso con esas regulaciones más ambiciosas y avanzadas que las de Washington el país está lejos de cumplir los objetivos que se había marcado.

Aunque en su mensaje Pompeo ha defendido el enfoque de la Administración Trump, se ha apoyado en datos positivos sobre reducción de emisiones contaminantes y gases de efecto invernadero logrados por políticas previas. Y el año pasado, por primera vez después de tres años de descensos, las emisiones de carbono de EEUU subieron un 3,4%. La reducción respecto a 2005 está todavía en el 11,2%, lejos del 26-28% marcado por Obama.

Incertidumbre y desconfianza

Diplomáticos y expertos temen, además, que la salida de EEUU afecte a actuaciones de otros países, desde China o la India, considerados emergentes pero que son el primer y el tercero más contaminantes, así como a los que tendrán que tomar el relevo de Washington en presionar, incluyendo la Unión Europea. En futuras negociaciones será más difícil dar credibilidad a la palabra estadounidense y confiar en que sus políticas medioambientales no se moverán cada vez que haya un cambio político en Washington. Esta es la segunda vez ya que EEUU abandona un acuerdo climático con el que se había comprometido (Bill Clinton firmó el Protocolo de Kioto pero el Senado no lo ratificó y George W. Bush lo abandonó).

La mayoría de candidatos demócratas a la presidencia han prometido regresar al Acuerdo de París si derrotan a Trump en noviembre del 2020 pero incluso así la reincorporación no será inmediata ni fácil. El año que viene los firmantes tienen que fijar sus objetivos de emisiones para 2030 y EEUU a partir de ahora solo participará en negociaciones sobre aspectos técnicos y, cuando se oficialice la salida, será degradado a estatus de observador. Si un demócrata gana no tomará posesión hasta enero de 2021. Y una vez que solicitara volver habría que esperar 30 días para la reincorporación formal.