Las empresas Uber y Cabify confirmaron ayer que dejarán de operar en Barcelona hoy, cuando entra en vigor el decreto de la Generalitat catalana que, a su juicio, les «expulsa» y les obliga a precontratar los vehículos de alquiler con conductor (VTC) con una antelación mínima de 15 minutos.

Mientras tanto, el sector del taxi en Madrid, que secunda su undécimo día de huelga indefinida, avanzó que pondrá encima de la nueva una propuesta en la que renuncia a incluir un plazo mínimo para la precontratación del servicio de VTC y lo dejan «al arbitrio» del Ayuntamiento, aunque mantienen en el documento la captación de clientes y el regreso a base de estos vehículos tras dejar a un usuario.

Además reclaman «voluntad política» a la Comunidad de Madrid tras el rechazo a su propuesta del miércoles, que el presidente Ángel Garrido calificó de «aún más radical que las anteriores».

El presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Julio Sanz, ha reconocido que no se cree que Uber y Cabify vayan a cumplir con su amenaza, pero que de consumarse no «debería preocupar» a los ciudadanos.

INCOMPATIBLE // Uber comunicó ayer su marcha de Barcelona al entender que la obligación de esperar como mínimo 15 minutos para viajar en un VTC «no existe en ningún lugar de Europa y es totalmente incompatible con la inmediatez de los servicios» que ofrece este tipo de prestación.

La misma decisión adoptó Cabify, que denuncia «su expulsión de Cataluña» con la entrada en vigor de la normativa catalana ya que el 98,5 % de los viajes que gestiona en su aplicación están por debajo de 15 minutos y la regulación tiene «como único objetivo» la «expulsión» directa de la aplicación Cabify y de sus empresas colaboradoras de Cataluña.

Uber volvió a Barcelona hace un año y, desde entonces, más de medio millón de personas ha elegido este servicio, mientras que Cabify cuenta con un millón de usuarios registrados en Barcelona. Además, también hay anunciados ERE por parte de las empresas de VTC. Es el caso de Vector Ronda, que ha comunicado un expediente de despido colectivo para toda la plantilla en Cataluña, unos 1.000 empleados.

A diferencia de Cataluña, donde los taxistas volvieron a trabajar tras días de protestas, el sector en Madrid encadena 11 días de huelga, con algunos en huelga de hambre desde hace una semana. Sin embargo, ayer anunciaron que pondrán sobre la mesa una nueva propuesta, en la que renuncian a incluir un tiempo mínimo para la precontratación del servicio de VTC, el principal escollo en las negociaciones.

Desde el PP en el Ayuntamiento de Madrid insisten en que su partido no aplicará las políticas de Cataluña, mientras que la Comunidad de Madrid califica de «muy mala noticia» el anuncio de Cabify y Uber aunque lo ve «lógico» si se legisla «en contra» de ellas.

El conflicto se ha extendido a Andalucía. De hecho, la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi defiende un cambio normativo que permita el cobro por plaza en cada viaje de taxi contratado mediante una aplicación.