El parque natural de Doñana cumple este 2019 sus 50 años de vida y celebra el aniversario de la peor forma posible: con una denuncia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) contra el Gobierno de España por no proteger suficientemente las aguas subterráneas que alimentan este humedal, uno de los más importantes de Europa y zona de paso en la ruta migratoria de millones de aves. Bruselas ha decidido llevar el asunto ante la justicia después de que los últimos informes alerten de que la sobreexplotación de los recursos hídricos del espacio protegido afecta ya a tres de las cinco masas subterráneas en las que se divide el parque y las administraciones «no hayan tomado las medidas adecuadas».

La decisión de la UE, anunciada ayer, de llevar el procedimiento ante la justicia viene motivada porque entienden que «las medidas vigentes para garantizar la gestión sostenible de los recursos hídricos y la conservación de los hábitats de Doñana son insuficientes» y, además, «su aplicación es deficiente». El problema ya no es solo que se incumpla la directiva marco del agua, que exige que las masas de agua subterránea alcancen un «buen estado cuantitativo» --que tengan suficiente agua para sostener los ecosistemas de los que dependen--, sino que la comisión cree que no se está haciendo nada por evitar el deterioro de los hábitats protegidos.