La escena es familiar. Cambiar de móvil supone tirar el cargador, las fundas y a veces hasta los auriculares de ese modelo. Más residuos de metal y plástico con los que sobrecargar el medio ambiente. Por ello, el Parlamento Europeo vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de unificar los cargadores de móviles, con la que la Comisión Europea (CE) lleva lidiando desde el Mobile World Congress del 2009. Según los documentos del organismo comunitario a los que ha tenido acceso el Financial Times, la intención es que la modificación esté lista en el tercer trimestre de este año.

El entonces comisario, Gunter Verheugen, lanzó una idea que parecía sencilla pero que se ha convertido en una de esas torres de Babel europeas: una directiva que unificara los cargadores de móviles en un único modelo.

Así, el Parlamento Europeo ha decidido ponerse duro y reclamar a la industria de telecomunicaciones que se vuelva a tomar en serio la unificación en el marco del European Green Deal, el gran pacto verde en Europa, que pretende reducir los residuos también electrónicos.

La Eurocámara debatió el tema el lunes, pero tiene pendiente votar mañana. Según sus cifras, los cargadores antiguos generan más de 51.000 toneladas de basura electrónica al año, siendo Apple, que tiene el 20% del mercado europeo, el que se resiste a adoptar el microUSB o el USB-C que llevan los móviles con Android.