El Juzgado de Instrucción 2 de El Vendrell (Tarragona) ha investigado a Rosa Peral, agente de la Guardia Urbana de Barcelona en prisión provisional por presuntamente matar a su novio, también urbano, por planear otro crimen, según ha avanzado 'La Vanguardia' y ha confirmado el Tribunal Superior de Justícia de Cataluña.

Rosa Peral quería contactar desde prisión con un sicario para matar a su exmarido, agente de los Mossos, que según ella impedía que sus dos hijas vieran a los abuelos maternos, y para ello pidió ayuda a varias internas de la cárcel de Wad Ras.

El Juzgado de El Vendrell ha investigado una denuncia contra Rosa Peral por provocación para la comisión de homicidio o asesinato, y posteriormente se ha inhibido a los juzgados de Barcelona porque los presuntos hechos ocurrieron en la prisión de Wad Ras.

Esta inhibición por parte de este juzgado tarraconense está acordada pero todavía no ha sido recibida por los juzgados de Barcelona, ha explicado el TSJC.

POR 30.000 EUROS

Según relata el citado diario, la agente aseguraba en voz alta que odiaba a su exmarido y que quería matarle, y llegó a preguntar a varias reclusas cómo conseguir un sicario, al que estaba dispuesta a pagar 30.000 euros.

Una interna avisó de estos hechos a un funcionario de prisiones, que contactó con el exmarido, y éste decidió interponer una denuncia a los Mossos, que han abierto una investigación en paralelo y desde otra unidad a la que investiga el crimen por el que ella está en prisión.

La policía barcelonesa fue enviada a prisión preventiva por el Juzgado de Instrucción 8 de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) el 16 de mayo junto a otro agente del cuerpo, Albert L., con quien ella supuestamente había mantenido una relación, por presuntamente matar a su novio Pedro R. y quemar el cadáver abandonándolo dentro de su coche cerca del pantano de Foix.

Además de este caso, está pendiente de sentencia el juicio a otro agente de la Urbana por presuntamente difundir una foto sexual de Rosa Peral a todos sus contactos de correo electrónico, el caso conocido como la 'pornovenganza'.

El juicio se celebró el 26 de octubre en el Juzgado Penal 17 de Barcelona y en él la urbana --en este caso víctima-- y el acusado dieron versiones contradictorias: el negó haber difundido la foto y dijo que era una 'vendetta' de la que fue su pareja, y ella aseguró que solo él tenía la foto y sus claves del correo.