La sensación de urgencia y la necesidad de acción presidieron ayer la inauguración de la Cumbre del Clima de Bonn (COP23), en la que se busca articular el Acuerdo de París del 2015 para poner freno al calentamiento global con un esfuerzo multinacional coordinado. La cita, que se prolongará hasta el 17 de noviembre, trata de empezar con la letra pequeña del Acuerdo de París y luchar contra la sombra del abandono de EEUU del pacto clave contra el cambio climático.