Las cifras del ciberacoso, pese a las campañas de rechazo y concienciación, están llegando a tal extremo --la OCDE, por ejemplo, calcula que uno de cada siete menores ha sufrido acoso digital en Cataluña-- que hasta las compañías de seguros están comenzando a cubrir los daños a la reputación digital. Varias empresas, como DAS, Zurich o Arag, han ido presentando seguros que buscan proteger a particulares contra el ciberacoso, el robo de información, la suplantación de identidad o las estafas on line.

Son seguros que se incluyen dentro de las llamadas pólizas de «responsabilidad jurídica», aquellas por las que se contrata un servicio global de abogado que incluye cualquier contingencia, tanto a adultos como a menores, y más que una indemnización para sus víctimas, lo que se asegura es que alguien les va a resolver el problema. «Son servicios, no productos aseguradores. No pretenden resolver siniestros, sino resolver situaciones derivadas de la presencia digital», afirma Mariana Bahía, responsable de innovación de Arag.

APLICACIONES // Cuando el cliente los contrata, la mayoría de las compañías suelen proporcionar programas informáticos para ordenador o app para móviles y tabletas que rastrean la actividad del usuario y captan pruebas ante una posible demanda o reclamación. Algunos dirigen la gestión del producto a los padres, otros a los propios menores.

Es el caso de la aseguradora Das, que ya se apoya en una aplicación exclusiva para sus clientes, Proofup, que se instala en el móvil del menor y le permite capturar o grabar cualquier situación de acoso. Por una parte, esta información puede ser compartida con los padres, y por otra, se puede utilizar después como prueba ante quien proceda.

La pionera en asegurar contra el ciberacoso fue, sin embargo, Zurich, que lanzó en mayo del 2016 junto con Telefónica un seguro que cubría «la vida digital» de sus usuarios, desde el ciberacoso a la suplantación de identidad en la contratación de servicios financieros on line, por ejemplo, si alguien pide un crédito en nombre del cliente.

Su poliza también usa un software que utiliza big data para localizar palabras clave que dan a entender que se está produciendo ciberacoso, pero que asimismo funciona como un programa de control parental clásico, de los que limitan el tiempo de uso, geolocalizan el móvil, restringen aplicaciones o webs y dan informes de actividad. También Arag comercializa un producto similar desde hace un año.