El escándalo de las monjas que denuncian abusos perpetrados contra ellas por parte de sacerdotes se agrava. En un inesperado comunicado, el Vaticano informó ayer martes de la dimisión Herman Geissler, un sacerdote austriaco y oficial de la Congregación de la Doctrina de la Fe que ha sido acusado de haber agredido sexualmente a una religiosa. La decisión se ha tomado «para limitar el daño ya acarreado» a la Iglesia, según precisó la Santa Sede, que subrayó al mismo tiempo que Geissler se declara totalmente inocente.

«Él (Geissler) ha reiterado que dicha acusación no es cierta y ha pedido que continúe el proceso canónico ya iniciado», informó el Vaticano. El sacerdote hizo saber que se ha reservado la posibilidad de emprender «eventuales medidas de carácter legal» en defensa de su honor. El Vaticano precisó que la medida fue decidida un día después de que Geissler presentara su renuncia.