Los hípsters ya tienen su belén para esta Navidad. Bajo la premisa de ¿Qué pasaría si Jesús naciera en el 2016?, una empresa estadounidense ha puesto a la venta un pesebre en el que todos los personajes visten y actúan como los 'modernillos' de hoy, desde san José y la Virgen hasta los Reyes y el pastor con sus animales. No faltan los 'smartphones', las tabletas ni el café para llevar y, por supuesto, tampoco las barbas.

"Muchas cosas han cambiado en los últimos 2.000 años. Para empezar, no creo ni siquiera que tuvieran iPhone entonces, lo que explica por qué José no añadió el nacimiento de Jesús a Snapchat.Si te gusta Amazon Prime y no tienes ni idea de lo que es el incienso y la mirra, este belén es para ti", dice Modern Nativity en su web, que no duda en definir su producto como "el belén más 'cool'".

El pesebre cuida todos los detalles. Empezando por la Sagrada Familia: san José está caracterizado como un hombre con barba y moño, vestido de manera 'casual', con pulseras y descalzo, que se hace una selfi con el niño y la Virgen María, que posa poniendo morritos y con un café en la mano como los de Starbucks.

A su lado, los Reyes Magos no vienen en camellos, sino en Segway,y en lugar de cofres para adorar a Jesús llevan paquetes de Amazon bajo el brazo.

Como todo hipster que se precie, la alimentación natural es muy importante. Así que el pastor -con auriculares y tableta- alimenta con comida sin gluten a su vaca, cuya carne lógicamente es cien por cien orgánica.

El producto, ha explicado el fundador de Modern Nativity, Casey Wright, a Mashable, nació durante una charla entre amigos."Tras unas cuantas cervezas, empezamos a bromear sobre cómo de diferentes serían las religiones si los textos sagrados se hubieran escrito en tiempos modernos". Un ilustrador dibujó la escena, y les pareció tan buena que decidieron llevarla a la realidad.

Las figuritas, de unos 18 centímetros, están realizadas artesanalmente en poliresina, y solo se venden a través de su web por unos 122 euros (exactamente, 129,99 dólares).

Aunque el belén hípster nació de una idea divertida, Wright es consciente que el producto puede causar reacciones polarizadas: habrá quienes se rían de los curiosos personajes, y habrá quienes lo consideren una afrenta imperdonable.