Comienza hoy en Tel Aviv la VI edición de Solidaridad, un festival de cine centrado en los derechos humanos y que este año recuerda, entre otros, a las víctimas LGBT españolas durante la Guerra Civil y la dictadura de Franco.

"Es el único festival de cine de Israel totalmente dedicado a temas de derechos humanos. Traemos aquí películas que la audiencia israelí no encontraría e intentamos que tanta gente como sea posible las vea, además de tomar la perspectiva del público", cuenta a Efe el director artístico del evento, Gidi Avivi.

Un total de 27 títulos internacionales e israelíes, incluidas películas y documentales, repasarán cuestiones como la globalización, los refugiados, la ocupación israelí, la pobreza y el hambre, la protección medioambiental o los derechos de las mujeres.

El objetivo es "abordar asuntos importantes de interés para el público, como los refugiados. En esta edición hay unos cuantos filmes que tratan este asunto", abunda el organizador.

Durante los seis días que dura el festival, que cada año incluye un largometraje palestino, también se promueve el debate sobre los temas retratados, "intentando que los directores, sobre todo los israelíes, estén presentes".

"No solo ponemos las películas, sino que impulsamos la conversación sobre las cuestiones que tocan. El público está invitado a esperar un poco (tras la proyección) para hablar y debatir. No es un visionado pasivo, sino que permite involucrarse", explica Avivi.

"Huesos de contención" (Bones of Contention), de la directora estadounidense Andrea Weiss, se acerca a la gestión de la memoria histórica en España "con atención especial a la comunidad LGBT", indica Avivi.

"Es un tema importante. Cómo manejar la memoria del pasado. Es además relevante para el público israelí. Puede que haya quien va a la película porque está interesado en la historia de España, pero también el que llegue a sus propias conclusiones sobre el contexto local", opina.

El festival se celebra de manera independiente con la ayuda de donaciones y subvenciones y no recibe fondos del Ministerio de Cultura de Israel o estatales, señala la organización.