Un estudio español que estima la incidencia de la violencia letal a lo largo de la evolución de los mamíferos ha desatado una controversia sobre la naturaleza de la agresividad. El trabajo tasa el nivel de violencia mortífera que los primeros Homo sapiens ejercieron sobre otros miembros de su especie: aproximadamente un 2% (dos de cada 100 muertes eran homicidios). A lo largo de la historia, la humanidad se habría alejado de esta cota, por arriba en la Edad Media y por debajo en la Edad Contemporánea.

El análisis hecho por investigadores de Almería, Granada, Valencia y Madrid, ha entrado en el debate sobre el origen heredado o ambiental de la violencia.

El trabajo se basa en datos sobre 4 millones de muertes en un millar de especies de mamíferos, sacados de estudios biológicos, excavaciones arqueológicas, registros y estadísticas. La novedad es que se les aplican métodos filogenéticos, los empleados para reconstruir árboles evolutivos. «Son los mismos que se usan para inferir el tamaño de las alas de ancestros de especies actuales», explica José María Gómez, investigador de la estación Experimental de Zonas Áridas de la Universidad de Granada y coautor del artículo. Lo que se infiere es la violencia letal: la tasa de muertes causadas por un miembro de la misma especie de la víctima.

Se atribuye al ancestro común un nivel de 0,3%. Este nivel tiende a subir en las ramas evolutivas que llegan al humano: 1,1% en el ancestro común de primates y roedores; y 1,8% en el de los grandes simios. El Homo sapiens se habría estrenado con un 2%. H