La enfermedad causada por el coronavirus sigue estando rodeada de muchas incógnitas. Los pulmones son la «zona cero» en la que actúa esta infección. Pero, más allá de estos, «el alcance de esta infección podría extenderse a diferentes órganos, incluidos el corazón y los vasos sanguíneos, los riñones, el intestino y el cerebro». Así lo resume un reciente artículo publicado en la revista Science en el que se explica cómo diferentes estudios están intentando rastrear los daños que deja el covid-19 sobre el cuerpo humano.

El «mapa completo» de los daños causados por esta infección se está intentando construir a partir del enorme volumen de información que, desde hace unos meses, se recopila sobre la enfermedad. Algunos estudios se basan en observaciones realizadas a pie de camilla. Otros, en análisis preliminares de los resultados. Así que, por ahora, los resultados que se arrojan en estos trabajos deben tomarse con cierta precaución.

El covid-19 se dio a conocer, en un principio, como una forma de neumonía. Sabemos que se trata de una infección vírica que ataca al sistema respiratorio (donde daña la capacidad de los alvéolos de absorber oxígeno) y pone a prueba el sistema inmunitario (que lucha para contrarrestarla). De ahí que la mayoría de los estudios centren su atención en estos dos campos, pero afecta a más órganos.