Dedicamos mucho tiempo, más horas de las que dormimos, a utilizar dispositivos móviles. Los españoles pasan una media de 11 horas diarias delante de una pantalla, según un estudio realizado por Sondea; y es que su uso ha crecido notablemente en los últimos años, incremento que se ha visto agudizado en los últimos meses debido al confinamiento y a la nueva normalidad impuesta por la irrupción del covid-19.

Un estudio de la desarrolladora de apps Qustodio llama la atención sobre las afecciones que podemos padecer en el futuro si hacemos un uso abusivo y reiterado de las pantallas. En este mundo en que no podemos despegarnos de nuestros smartphones, tablets y ordenadores es preciso encontrar huecos para desconectar de la tecnología si no queremos ser las primeras víctimas de las nuevas afecciones del siglo XXI, unas enfermedades que seguro que nuestros abuelos jamás padecerán. Los ojos, los dedos, el oído, el codo o la muñeca pueden verse afectados si no hacemos un uso prudente del tiempo que pasamos ante estos inseparables compañeros de vida.

Ciberpatologías

Así lo advierten expertos como María Guerrero, psicóloga familiar: «Para poder evitar estas ciberpatologías se deben poner en práctica medidas preventivas como limitar el tiempo de uso o establecer lugares en casa libres de pantallas, así como que los padres prediquen con el ejemplo guardando los teléfonos al menos 30 minutos antes de acostarse, saliendo al aire libre y manteniendo el volumen bajo». En este sentido también se manifiesta María Jesús Periago Castón, responsable del Departamento de Tecnología de los Alimentos, Nutrición y Bromatología de la Universidad de Murcia, «cada vez hay una menor actividad física y eso afecta especialmente a niños y adolescentes, ya afectados por una obesidad infantil en ascenso.

Estar al aire libre es fundamental para la correcta absorción de la vitamina D mediante la exposición a la luz solar, cuya falta genera osteoporosis en gente mayor y un mal estado físico, cansancio y debilidad muscular en jóvenes. Esta sustancia es esencial para la correcta calcificación de los huesos durante el crecimiento. Su carencia está generando casos de raquitismo en niños. Curiosamente, España, pese a que tiene más horas de sol que otros países europeos, tiene un déficit de esta vitamina quizá porque las últimas campañas de prevención del cáncer de piel han tenido éxito y la gente está más concienciada de protegerse del sol», asegura.

No solo en el ámbito laboral

Fernando Santonja Medina, especialista en Traumatología y Medicina Deportiva de la Universidad de Murcia, también asiste con estupefacción a este ligero aumento en la incidencia de estas nuevas ciberpatologías: «Estas afecciones, que normalmente suelen proceder principalmente del ámbito laboral, ahora se están viendo en personas con conductas sedentarias.

La tendinitis en el pulgar, conocida clínicamente como síndrome De Quervain, solía darse más en el ámbito deportivo y era más común en oficios como el de costurera e incluso el de cirujano por tener que estar ejerciendo presión constante con el pulgar. En cambio, la cervicalgia sí es más común entre los niños y viene derivada de adoptar malas posturas continuadas. Cualquiera de estas conductas, si son continuadas en el tiempo, pueden derivar de un dolor puntual a una artrosis o desgaste crónico de los tendones».

'Bud hearing'. Disminución de la capacidad auditiva

Este término hace referencia a la disminución o daño en la audición causada por los auriculares, no por el dispositivo en sí, sino por los altos volúmenes durante largos períodos de tiempo. Los auriculares y los audífonos pueden emitir un sonido máximo de 85 a 110 decibelios (no muy lejos de los 120 decibelios, el equivalente al ruido de un avión despegando a pocos metros). La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener el volumen por debajo de los 85 decibelios, pero advierte que entre los jóvenes/adultos de 12 a 35 años de edad en los países de ingresos medios y altos, casi el 50% están expuestos a niveles inseguros de sonido por el uso de dispositivos personales de audio.

'Ciberfatiga visual'. Pérdida de calidad de visión

Aparece cuando pasamos demasiado tiempo frente a las pantallas, incluyendo monitores de ordenador, tablets, e-readers y teléfonos móviles. Los síntomas incluyen tensión ocular, ojos secos y dolores de cabeza. La mayor preocupación es el daño permanente de la retina que en caso de desprendimiento, si no se atiende rápido, puede derivar en ceguera. Una afección a la que son más propensos las personas que ya padecen de miopía, hipermetropia o astigmatismo. Por tanto, unas sintomatologías muy sensibles si se tiene que en cuenta que el 63% de la población española mayor de 15 años utiliza gafas o lentillas según el INE.

'Cuello Smartphone'. Mala postura de la espalda

La postura al recibir o escribir mensajes, ver vídeos o leer en el móvil obliga al cuello a girar la cabeza unos 60º hacia abajo. Este gesto ejerce una presión sobre la columna de unos 20kg y lo normal es soportar tan solo 5kg. Esto provoca desgaste en el muro anterior de la columna vertebral. El tratamiento fisioterapéutico ayuda a paliar estas molestias cervicales. Para conseguir ese propósito, se recurre a la realización de masajes en el cuello que proporcionan calor. Tambien se pueden realizar duchas con agua a la mayor presión y temperatura sobre la región de cuello y tomar medidas de higiene postural como sentarse en sillas con respaldo vertical y evitar levantar pesos.

'Whatsappitis' o 'cibertendinitis'. Desgaste del tendón del pulgar

Esta afección conocida también como 'artrosis de costurera' se debe a la forma de teclear provocando que el pulgar se convierta en el dedo dominante. Hablamos de una tenosinovitis, que es una afección dolorosa que afecta los tendones de la muñeca del lado del pulgar, afección que hasta la fecha era frecuente en los jugadores de golf o de deportes de raqueta, pero hoy en día los médicos están viendo su aumento en niños y adultos. Esta tendinitis, también llamada De Quervain, se trata con reposo, férulas, medicamento y cambios en la actividad. El médico también puede aplicar cortisona para ayudar a disminuir el dolor y la hinchazón. Si la tendinitis es crónica, es posible que se necesite cirugía para darle al tendón más espacio.

Obesidad, déficit de vitamina D por falta de horas de sol

Pasar demasiado tiempo frente a las pantallas favorece los comportamientos sedentarios y reduce el tiempo de actividad física, lo que aumenta el riesgo de sufrir obesidad a edades muy tempranas. Así también, la forma de divertirse ha cambiado y con ello los planes de los jóvenes. Es por eso por lo que se ha observado un déficit de vitamina D debido a la falta de exposición al sol y las largas horas frente a las pantallas, sobre todo, entre la población joven. La deficiencia de esta vitamina, fundamental para la absorción del calcio para tener huesos sanos, puede provocar una baja densidad ósea y raquitismo, así como fatiga crónica y otros factores relacionados con la falta de sueño.

'Text claw'. El síndrome del tunel carpiano

Este anglicismo hace referencia al ya conocido síndrome del túnel carpiano (hormigueo y entumecimiento en los dedos pulgar, medio e índice causados por un pellizco del nervio mediano en la muñeca). Los estudios no han demostrado que el síndrome del túnel carpiano sea causado por escribir en una computadora, utilizar un ratón o repetir movimientos al trabajar, tocar un instrumento musical o practicar deportes; pero estas actividades pueden causar dolor e hinchazón de los tendones o la bursa de la mano, la cual puede estrechar el túnel carpiano y provocar síntomas. El síndrome del túnel carpiano ocurre casi siempre en personas de 30 a 60 años de edad y es más común en las mujeres que en los hombres.

'Codo de teléfono móvil'. Daño en el nervio cubital

El síndrome del túnel cubital (entumecimiento en los dedos pequeño y anular causado por un pellizco del nervio cubital en el codo). Confundida con el túnel carpiano, ambas no son nuevas, pero van en aumento en las personas que flexionan habitualmente el codo más de 90 grados, como cuando sostienen un teléfono móvil o juegan a videojuegos. Las causas también incluyen: Una enfermedad en todo el cuerpo que daña a un solo nervio, la lesión directa del nervio o su presión prolongada o una presión sobre él provocada por la inflamación o lesión de estructuras corporales cercanas. A las personas con casos leves les suele bastar con sesiones de fisioterapia.