El WorldPride de Madrid no se olvidó ayer de su carácter internacional y pidió la libertad sexual en los países donde todavía existe represión al colectivo LGTBI, porque si algo caracteriza al Orgullo de Madrid es que convierte la fiesta en una reivindicación. En la Plaza de Pedro Zerolo se leyó el pregón, que dio comienzo a una celebración que espera acoger en la capital entre dos y tres millones de personas. EFE