El hombre más buscado por los Mossos d’Esquadra, Younes Abouyaaqoub, fue finalmente abatido a tiros en una zona de cavas cercana a Sant Sadurní d’Anoia, pasadas las cuatro de la tarde. Dos agentes de la comisaría de este municipio del Penedés lo descubrieron agachado en un viñedo. Desenfudaron el arma y le dieron el alto desde unas decenas de metros, en torno a 80. El joven, de 22 años, se levantó, con la camisa abierta, y mostró un cinturón explosivo como los que llevaban los cinco terroristas neutralizados a tiros en Cambrils. Gritó en árabe «¡Alá es grande!» y apretó a correr hacia los agentes. Los policías abrieron fuego y el hombre solo cayó muerto cuando estaba a 10 metros de ellos. El terrorista recibió 10 disparos, al menos dos en la cabeza, como se aprecia en una fotografía del cadáver que se ha viralizado minutos más tarde y que este diario ha decidido no publicar.

Abouyaaqoub es el autor material de la matanza de la Rambla y es también el asesino de Pau Pérez, un hombre al que acuchilló para robarle el Ford Focus que estaba estacionando cerca de la zona universitaria y emprender así la huida de Barcelona. Sobre las 18.30 horas, aparcó cerca del edificio Walden de Sant Just Desvern y desapareció, abandonando el cadáver de Pau en el coche. Pasó cuatro días oculto y reapareció casi a la misma hora en que cometió el macabro atropello de más de 100 paseantes por la arteria barcelonesa y que segó la vida de 13 de ellos. La inquietud que se había adueñado de los ciudadanos, conscientes de que el terrorista seguía en libertad, se fue tornando en alivio en cuanto llegó la noticia de su captura.

La confirmación oficial no llegó hasta que los artificieros comprobaron que el cinturón con explosivos que vestía era falso y los agentes pudieron certificar la identidad del hombre. Primero visualmente y, después, a través de sus huellas dactilares.

El gran dispositivo policial de los Mossos, con dos helicópteros sobrevolando la zona, antidisturbios y artificieros, se prolongó hasta descartar que el terrorista muerto fuera acompañado. Abouyaaqoub iba vestido con una camisa sobre una camiseta de manga larga, circunstancia que ha llamado la atención de una vecina, y pantalones rojizos. Llevaba gafas de sol, posiblemente las mismas con las que cruzó a paso ligero Barcelona hasta los aledaños del Camp Nou tras conducir la furgoneta blanca con la que embistió a cuantos ciudadanos logró cazar por la Rambla, y una botella de agua.

Los Mossos habían distribuido ayer a mediodía, tras obtener evidencias científicas de que Abouyaaqoub era el autor material del atentado de Barcelona, fotografías del sospechoso. «Pedimos la colaboración ciudadana» para encontrarlo, subrayó el major, Josep Lluís Trapero. Funcionó.

Los primeros en verlo, no obstante, fueron dos mandos del propio cuerpo que se cruzaron con él cuando regresaban del complejo central de Egara. El segundo aviso sí fue de una mujer que llamó al 112 para asegurar que acababa de cruzarse con este individuo, ofreciendo como garantía de su testimonio que tenía amplios conocimientos de fisonomía. Los dos agentes de la comisaría de Sant Sadurní que lo encontraron lo buscaban en ese campo de viñedos gracias a estas llamadas.

Abouyaaqoub había cambiado de ropa e iba solo. Tenía algo de barba, una posibilidad que había dejado caer Trapero. Estaba a unos 45 kilómetros del lugar en el que fue visto por última vez. Iba solo y a pie. Los investigadores catalanes tratarán de averiguar ahora dónde estuvo los últimos cinco días. Aclararlo permitirá también saber si alguna persona le ayudó a huir de Sant Just Desvern. De momento, según reconoció el major, no cuentan con ningún elemento para rellenar este vacío.

Los Mossos dan por desarticulada la célula yihadista de Ripoll. Seis terroristas han sido abatidos a tiros, cuatro arrestados y dos -o tres, está por ver- fallecieron en la casa de Alcanar en la que estaban preparando los explosivos. El imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, es uno de estos últimos.

Los investigadores trabajan para saber qué apoyo ha recibido el escuadrón de la muerte desde el exterior. Las autoridades marroquís han comunicado a la policía española esta misma tarde que ya han detenido a una persona por su presunta vinculación con los atentados cometidos en Barcelona y Cambrils, según informa Ángeles Vázquez. No está descartado que durante los próximos días este caso dé un salto internacional y acaben aflorando colaboraciones lejanas que se han brindado al imán de Ripoll para convertir a estos jóvenes de Ripoll en yihadistas con capacidad para llevar a cabo el primer atentado islamista en Barcelona.