El vertedero de Zaldibar (Vizcaya), cuyo colapso sepultó a los trabajadores Alberto Solaluce y Joaquín Beltrán el 6 de febrero, contiene 16.148 toneladas de asbesto, pese a que solo tenía licencia de vertedero de residuos no peligrosos. Esta fue una de las más destacadas revelaciones que hicieron ayer miembros del Gobierno vasco en una comparecencia parlamentaria.

Según el consejero de Medio Ambiente, Iñaki Arriola, el recinto acogió 337 toneladas en el 2012; en el 2019, 4.258. Y el asbesto solo es un 0,57% de los 2,8 millones de toneladas de residuos que albergaba. Se abrió en el 2012 para tener vida útil hasta el 2047, pero ya «le quedaban como mucho dos años», dijo el consejero. Aceptó depósitos a más velocidad de la inicialmente prevista.

Pese a ello, el vertedero fue considerado por el Gobierno vasco el segundo mejor de Euskadi en el 2016. En junio y julio del 2019, durante la última inspección que le hizo la consejería, se detectaron 23 «desviaciones», pero «ninguna de ellas grave», ni relacionada en principio con el siniestro

RESIDUOS PELIGROSOS / La ley admite residuos peligrosos como el amianto en los vertederos de residuos no peligrosos, pero en celdas estancas y separadas. Si Zaldibar las tiene es materia de investigación para el Juzgado de Instrucción 1 de Durango.

El suflé del miedo baja en Zaldibar según se dispersa el humo tóxico de los incendios, este no con amianto, sino con dioxinas y furanos. La investigadora del CSIC Begoña Jiménez, que mide el aire de la zona, dijo que se ha generado alarma «exagerada».

No piensa lo mismo el abogado madrileño Fernando Morillo, de diversas asociaciones de víctimas del amianto, que no habla de dioxinas, sino de asbesto: «No hay umbral mínimo de exposición segura al amianto. Si yo viviera en la zona, me iba, y más si la ha sobrevolado un helicóptero esparciendo las fibras», dice.

Por la mañana, el Instituto de Salud Laboral Osalan llamó una a una a las 150 personas expuestas a tóxicos en las primeras horas del rescate para ofrecerles examen médico, y ertzainas del sindicato ErNE protestaron.