La exconcejala de UCD entre los años 1979 y 1983 Concha Roig, de 70 años, fue brutalmente asesinada hace ahora una década en Castelló. La degollaron con una catana y su cuerpo apareció en su ático de la calle Enmedio, 103, en pleno centro. Fue su asistenta del hogar la que descubrió el cadáver de la exedila en la mañana del 26 de mayo del 2010 para conmoción de toda la sociedad.

Florin Ionut Lisnic, hijo de una exempleada doméstica de la víctima, fue condenado a 25 años de prisión por el asesinato (la Audiencia Provincial impuso primero 29 y el Supremo lo rebajó en cuatro años después).

El tribunal castellonense consideró probado que el varón, de 18 años, y su madre, puestos previamente de acuerdo y, al menos desde noviembre del 2009, aprovecharon que ella trabajaba como asistenta de Concepción Roig y se apoderaron de diversas joyas propiedad de la víctima, tasadas en 28.729 euros.

Al apercibirse la víctima de tales hechos, despidió a su asistenta en abril del 2010. A partir de entonces y a fin de reclamarle unas ciertas cantidades de dinero, los procesados visitaron de forma concertada en diversas ocasiones a la mujer en su domicilio, hablaron por teléfono o se vieron en cafeterías.

Entre las 14.30 a las 16.30 horas del 25 de mayo del 2010, Florin Ionut Lisnic, con ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito, accedió al interior del domicilio de la víctima con el consentimiento de la exconcejala.

La degolló con una catana

«Tras mantener una conversación con ella y en circunstancias que no han sido concretadas, estando ambos en el recibidor de la vivienda, el condenado cogió de la entrada del domicilio una catana», rezaba la sentencia condenatoria. Los magistrados incidieron en que «aprovechando las nulas posibilidades de reacción de la mujer --tenía 70 años, estaba desprovista de cualquier arma y había sido operada en meses anteriores de la cadera-- y con la intención de aumentar el dolor y el sufrimiento de la misma de forma totalmente innecesaria, agredió a ésta con la catana y le ocasionó múltiples heridas-incido cortantes en la cabeza, el cuello, la región anterior del tórax, el hombro y el brazo izquierdo».

Cuando la mujer estaba desfalleciendo, el hombre le clavó el arma en el cuello, lo que le ocasionó la muerte debido a la gran cantidad de sangre perdida.

El hijo de su exasistenta del hogar registró entonces el domicilio en busca de joyas y se apoderó, entre otras, de un reloj de la marca Cartier y de un anillo de oro blanco con brillante engarzado, efectos estos tasados en casi 2.000 euros. Posteriormente, regresó a su domicilio familiar, para a continuación coger un autobús hacia Rumanía.

Órden de busca y captura

El 26 de julio de 2010 se dictó por el Juzgado de Instrucción número 1 de Castelló un auto en el que se acordaba el arresto de Lisnic y se expidió una orden europea de detención.

Las dos forenses que realizaron la autopsia al cuerpo de la víctima explicaron que el cadáver de Concha Roig presentaba 36 heridas cortantes en los brazos, en las manos, en el torso y la cara. Un brutal crimen que conmocionó a Castellón.